DE OÍDAS
Como quien no quiere la cosa de un tiempo a esta parte me dedico a agudizar el oído para escuchar las pláticas que se desarrollan a mi alrededor, bajo prescripción médica ya que fue sugerencia de mi otorrinolaringólogo que me mandó a hacer dicha actividad para que mi oído no siguiera en franco declive hacia la privación de los sonidos.
Ni corta ni perezosa llevó años agilizando la escucha lo que si bien no me ha regresado la perdida que ya he tenido por lo menos la he frenado, lo cual fue un gran paso dentro de esta herencia familiar y motivó que cada día me especializara más en la receta médica.
Por lo tanto he empezado a compartir algunos de los «chismes» que me he enterado.
¡Qué se le va a hacer!, son remedios de la actualidad bajo receta profesional, los cuales cumplo a carta cabal y acompaso con la respiración que hace que todos mis sentidos se abran a la ocasión y con los ejercicios de los dedos para prevenir la artritis que se pueden realizar en cualquier lugar, más allá que a veces a uno lo miran como si no pudiera controlar la ansiedad, por estar mueve que mueve los deditos, sin embargo eso queda en segundo plano librado a la imaginación que el observador tenga sobre el caso y con todo ello las esperas se hacen menos prolongadas y es como si se sintiera que uno no está perdiendo el tiempo, en estos tiempos en que hacer eso es algo así como una blasfemia.
Aquí les comparto una de esas conversaciones para no sentirme tan culpable, que más allá es monólogo pues como era por teléfono no se podía escuchar lo que el otro decía.
La llamada del Chuleta
Ya habían llamado para abordar el autobús y estábamos los pasajeros en fila esperando la revisión de rutina que hacen antes de subir, detrás mío sonó un teléfono y se escuchó una voz contestar, con un fuerte acento norteño:
-Hola mi Chuleta, que gusto escucharlo
-………..
-Gracias, mi Chuleta, por su felicitación, no es tarde, ayer empecé pero termino el domingo.
-………..
-Sí, festejando mi Chuleta no todos los días le nace a uno un hijo varón.
-………..
-Sí, mi Chuleta así es, hoy en la mañana me fui a curar la cruda (resaca) con Doña Sigfrida que prepara una pancita que para que contarle y prepararme para seguirla hoy.
-…………
-No, mi Chuleta, voy rumbo al sur, estoy para abordar.
-…………
-No, mi Chuleta viajo en autobús, el trayecto es corto para avión.
-…………
-Sí, mi Chuleta el sábado cuando llegue lo busco y tomamos unas cuantas para seguir el festejo y aprovecho a darle el puro en honor al nuevo vástago.
-………….
-Me dará mucho gusto seguirla con usted, mi Chuleta y el domingo nos vamos a curar la cruda con Doña Brígida que hace unos caldos de camarón que son un espectáculo y después me voy a conocer al nuevo machito que me nació.
-…………
-Así quedamos, mi Chuleta, lo busco cuando llegue.
-…………
– Gracias, mi Chuleta.
CHISMOSEANDO: ENSEÑANZA DE LA VIDA
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También a mi me pareció muy gracioso que el señor celebrara tanto sin aún conocer a su recién nacido. Pero, bueno, son costumbres…
Yo sé que no está bien automedicarse, pero he pensado que como estoy cerca de los sesenta, podría comenzar a chismosear. Como prevención, digo yo…
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Jajajajaajja, y sí, por lo menos es una receta natural, no trae ningún químico y sobre todo no cuesta nada.
Si en México es así, en muchos lados, se entera que nació y se van de juerga por varios días y luego van a ver como está es vástago y la madre. Un abrazo grande Ruth
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Jaja. Muy bueno. Y hablando de chuleta se me antojó jaja.
Me encanta tienes una memoria muy buena. Yo olvidaría la mitad
Abrazosss
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Da risa la verdad eso del Chuleta para aquí y el Chuleta para allá, y el otro festejando a su niño nacido y ni siquiera lo había ido a conocer. chistosa situación, un abrazo
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Sí se aprende mucho. Y no se pierde el tiempo. Hoy mismo pillé yo otra frase suelta de una mujer al móvil que, con voz queda y de respeto, decía: «Lo que le resulta más difícil son los partidos, porque durante los partidos se llamaban y comentaban todo el rato…» Se aprende mucho. Tú conversación trataba de alegría, de celebración y la mía, creo, de duelo. Gracias por el aporte, porque no lo habría sacado de mi memoria. Saludos 🙂
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Gracias Olga, si la tuya parece ser triste, como dices de duelo, si a veces se escuchan situaciones alarmantes. Un abrazo grande
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Otro abrazo para ti 🙂
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Jajaja, no sé si eso de » mi Chuleta» tiene algún significado especial que yo no conozco, me resultó muy gracioso.
Espero que el hombre no tenga muchos hijos, por el bien de su hígado.
Yo también escucho las conversaciones ajenas y no tengo excusa, no es receta médica, es que soy curiosa.
Abrazo, Themis.
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Quién sabe si tiene o no un significado especial a mi también me hizo mucha gracia y más que lo repetía a cada momento. Es mexicano y la mayor parte beben mucho con o sin pretexto.
Qué bueno que las escuches me dejas más tranquila. Un abrazo y lindo fin de semana
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