Te voy a contar un cuento,
como un ánima me lo narró de esas que andaban dando vueltas por el pueblo y les gusta platicar, cuando se abrió el «Ombligo del Mundo» por donde salen todas ellas para celebrar con los vivos el Día de los Difuntos .
Me dijo que era para que estuviera advertida, así me lo señaló.
Comenzó diciéndome:
Cuando todavía vivía por estas tierras un día la Huesuda se me presentó y me dijo:
-Vive porque en cualquier momento te llevo.
Era una época en que andaba distraído en bobadas, sin ver la esencia verdadera, del viaje por la Tierra, perdido en acumular cosas, en competir, en querer llegar a algún lado, a ser reconocido, bueno todo ese sin fin de necesidades que como espejitos nos venden.
Le puse atención cuando la vi. Me la quedé mirando pues que se apareciera así, no entendía que significaba y lo que decía sonaba a amenaza o a certeza. ¿Será que ya llegó mi hora?, pasmado me quedé, mientras ella no me sacaba los ojos de encima, penetrantes, obscuros, sin fin, que tocaban a mi alma.
-Cualquier día por aquí vengo-me siguió diciendo- y aunque me supliques que te quieres quedar o que te de un minuto más, no es nada personal, pero conmigo te vas, no pierdas el tiempo en boberías, busca la VIDA.
La miré, me tomé mi tiempo para reaccionar. No entendía nada, me resigné a tan grande verdad. Cuando vi que esperaba una respuesta, se la di.
-Ante tales argumentos, no me queda otra que obedecer.
-¡Qué bueno!- me dijo la Huesuda- entonces ahora estamos listos.
-¿Para qué?- le dije con un cierto miedo que me recorría, no fuera a ser que me llevara en ese momento y eso si sería una sorpresa pues me faltaban muchas cosas que arreglar.
-Te asustaste- me dijo- cuando llegué el día que no te agarre así, ¡PREPÁRATE!.
-¿Y a donde me vas a llevar?
– A VIVIR, seré tu compañera para que no olvides que existo- me contestó
Solté la respiración que tenía contenida, inspire con suavidad, sintiendo el aire entrar a mi cuerpo como por primera vez, como un soplo que lo recorría y abría sus canales a la vida, lo contuve un momento como saboreándolo, para luego con lentitud irlo soltando, mientras sentía que me liberaba de una gran carga.
Mostrando mi mejor cara de felicidad, la miré a los ojos que se habían transformado, ya no eran negros, eran suaves e infinitos.
-VAMOS- le dije
Y bailando al mismo son, emprendimos el Camino de la Vida y no nos soltamos más, pues era una parte de mi mismo.
Antes de irse el ánima, me indicó:
-Ahora que ya lo sabes, escríbelo, para que otros lo sepan y no pierdan el tiempo en cosas que no lo merecen, se los puedo asegurar yo, que seguí su consejo.
-¡DESPIERTEN!, ¡NO SE DUERMAN!- desde lejos gritó.
Y así nomás al ritmo de «los Danzantes de la Muerte», desapareció.
México
Espero hayas disfrutado esta historia…!
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Conocer tu opinión es algo que me interesa mucho…!
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GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!
Hola Themis, segunda vez que comento, soy Ana Piera. Te decía que me encantó tu relato porque nos recuerda que la muerte es parte de la vida y como dice la Muerte en tu cuento, hay que VIVIR, porque en cualquier momento nos lleva. Saludos.
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Hola Ana, gracias, me alegra, hay que recordarlo pues vivimos como si no nos fuera a pasar, pensamos que tenemos todo el tiempo del mundo dejando las cosas para mañana, dándonos lujos de creernos dueños de nuestro tiempo. Te mando un abrazo grande y que la pases lindo
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Sabes, me encantó. Es una gran realidad. Un día, así de repente, experimenté en mi interior una voz que se hizo presente y que elevó mi ritmo cardiaco. Una voz real con un mensaje muy parecido a tu escrito.
Solo en el silencio podemos ser capaces de escuchar la voz de nuestro maestro interior. Nos avisa, nos enseña a vivir.
Vivamos!!! Almabrazos 💕
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Hola Mar, me alegra que te haya gustado, así es, hay que saber escuchar las voces interiores y no desconocerlas. Un abrazo
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Gracias, están muy bonitas. Un abrazo
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Vaya cuento , lo obvio es invisible a los ojos del distraido …
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Hola Daniel, así es, del distraído y del que no quiere ver. Un abrazo grande
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Que lindo!!
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Gracias, un abrazo
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Impresionante el mensaje! Cuánta sabiduría!
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Gracias, Mirian, las ánimas son sabias. Feliz domingo
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