Un reflejo aromático
Quién sabe por qué extraño sortilegio amanecí temprano a esa hora exacta en que el dorado astro comienza a emerger de su letargo y aparece dando sus primeras expresiones en ese cielo que lo recibe con los brazos abiertos.
El amanecer en el patio se ve reflejado en la ventana en su comienzo o hay que subirse al techo para verlo, cosa que ya no intento, no es seguro y cuando los años se nos acercan nos enseñan a que hay que cuidarse de las fracturas y de someterse a situaciones que puedan volverse contraproducentes.
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Ahí me quedé mirando cómo se dibujaba en esos vidrios que con orgullo lo irradiaban, mientras escuchaba los trinos de los pájaros que lo recibían mostrando su deleite de tenerlo de nuevo anunciando que el día llegaba.
Mientras preparaba ese elixir obscuro, con aroma a gloria, que sabe despertar los sentidos, los alegra en el nuevo día, que inyecta una carga de energía el solo sentir su humeante fragancia, que eleva las endorfinas y va tiñendo de buen ánimo a ese encuentro con todo aquello que está esperando ser develado, frente a esa pantalla lo admiraba y agradecía el estar viva para hacerlo.
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Cada vez se sentía como se expandía ese bálsamo que prepara a todas las células para el descubrimiento de esas novedades que están destinadas en esta nueva jornada, que con el correr de las horas se irá haciendo cargo de mostrar que hay tesoros guardados en los lugares menos imaginados, para sorprendernos, como éste que estaba ahí plasmado en esa ventana que se volvía la pantalla del despuntar a esta exquisita alborada.
«No es que el café me de insomnio, es que me hace soñar despierto.»
dice un anónimo
¡Qué cierto!, estaba viendo la amanecida reflejada, escuchando el concierto de los pájaros que poco a poco se iban sumando a la algarabía, y ahí sin que me la imaginara, pequeña, pequeñitita, estaba ELLA, en ese cielo límpido, en su mengua, recibiéndolo también a ÉL aunque fuera desde lejos para mirarlo un instante siquiera, antes de desfallecer.
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Momentos de detalles infinitos y mágicos que marcan su alumbramiento, que si estamos atentos se nos revelarán.
«La vida es como una taza de café. Todo está en cómo la preparas, pero sobre todo en cómo la tomas.»
Anónimo
MÉXICO
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GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!


Hola Themis, como siempre nos presentas una bella estampa de la vida: el amanecer. El despertar de ese astro despeinado que nos calienta y nos da vida, y qué mejor acompañante que una taza de humeante café para disfrutar de ese momento. Una gozada de relato Themis. Un abrazo.
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Gracias Ana, una delicia el amanecer aunque se vea su inicio a través del reflejo en el vidrio y un sabroso café de la región, ideal para despertar al día que nos aguarda. Un abrazo grande
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Themis, pero qué bonito! De nuevo me llevas allí, a tu lado, encima tomamos café, y más aún, vivimos la vida. Precioso Themis, muchas gracias y un gran abrazo!
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Gracias a ti Maty por acompañarme a tomar juntas un delicioso café y ver ese amanecer en la ventana. Te mando un abrazo bien grande
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Muy adecuadas esas notas sobre el cafe.
Muchas gracias por compartirlo.
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Hola Joshua, me alegra que te hayan gustado, es que no hay como su aroma para empezar un día con una sonrisa, gracias a tí por leerlo, te mando un abrazo
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Qué hermosa meditación, Themis. Y qué hermoso que saber ver a través del cristal y también con la ventana abierta a las maravillas de cada día. Es hermoso leer lo que escribes, porque transmites la
belleza que nos rodea y que no todo el mundo aprecia. Gracias, amiga. Mi abrazo y me uno a ti para celebrar la vida que es lo más importante que tenemos. Mil gracias.
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Gracias Julie, fue un hermoso despertar ese amanecer reflejado y el aroma al café recién hecho, algo para agradecer y disfrutar, un regalo. Otro abrazo para tí, bien grande
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La vida creo que se compone de pequeños momentos almacenados en la memoria, porque están rellenos de aromas y sabores comunes. Gracias por compartir los tuyos. Cómo sucede con el café de cada día. Un abrazo.
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Gracias a tí Carlos por ser un asiduo lector que dejas comentarios tan bonitos. El aroma y el sabor del café es un poema matinal. Un abrazo
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