Si hay algo que me gusta ver
son las siluetas en los paisajes, al igual que las sombras, pensando de donde viene ese gusto tan marcado que me lleva a henchir mi corazón cuando las veo e internamente todo se mueve de alegría con esa emoción de niño cuando descubre algo que lo sorprende o encontraba algún elemento nuevo que lo llenaba de fascinación.
Buscando el reencuentro con esos momentos privilegiados, investigando para volver a llegar a ese espíritu de la niñez donde aún no se estaba contaminado con nada de lo que la sociedad esperaba ni con definiciones, donde la sorpresa era la parte mágica de ese instante en donde todo era nuevo, nada se parecía a nada pues no había esquemas prehechos para compararlo, donde las situaciones nacían como salidas de una chistera de mago y uno se entregaba de lleno a ellas.
De repente surgieron aquellos días en un invierno que llevó a estar dentro por muchos días, como ahora encerrados, la lluvia, el frío, la ventisca impedía cualquier salida, ahí para pasar el tiempo, las sombras chinas aparecieron una noche y el verlas me maravillaron, se volvieron parte del entretenimiento de cada jornada cuando la obscuridad se hacía cargo y se esperaba la llegada del final del día y retirarse para que el sueño repusiera energía.
Mientras llegaba el momento, se prendía un farol y con él comenzaban a aparecer en un principio los personajes creados con las manos, para luego descubrir el elaborar títeres planos donde todo el día se dedicaba a ello y a los guiones para esa función ¡tan esperada! de sus sombras proyectadas en la pared, en esas noches sin estrellas.
Todo se volvía prodigioso, como ahora recorrer el paisaje encontrándose con las siluetas, ver como el negro de sus contornos contrastan en el acuarelado del fondo del cielo y que en ello aparezca la luna para enaltecer aún más la escena.
Ese símbolo de la transformación que rige gran parte de la vida del humano aunque lo desconozcamos o lo ignoremos y ya tan encerrados dentro del cuadradito con luces no podamos ni levantar los ojos para mirarla, con sus fases nos muestra un ciclo que se repite en nuestro propio crecimiento, señalándonos como dijo Heráclito que:
«Lo único que es constante es el cambio.»
Aquí los dejo con una galería donde ELLA, la dama hechizante de la noche se deja ver rodeada de perfiles de elementos de la Naturaleza.
MÉXICO
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GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!
Ya es todo un símbolo de la transformación humana que consigamos elevar la mirada hacia la Luna durante unos instantes al menos para poder contemplarla sin prisas. Un logro que cada vez se nos presentará más difícil de conseguir, debido a nuestro empeño urbanita y materialista de no querer disponer de tiempo para lo verdaderamente importante, que es vivir de forma serena. Es muy agradable leer tus impresiones sobre la vida, un gozo para el alma.
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Gracias Marcos, me alegra mucho que eso te trasmita mi andar por la vida, es que ¿qué otra cosa se tendría que hacer?. Tienes razón nadie mira al Cielo, todos están sumergidos en el rectángulo de sus pantallitas donde el mundo virtual le muestra lo que podrían ver con sus propios ojos y que les traería paz a su vida. Un abrazo grande
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http://desasosiegos.home.blog/2021/03/07/ocluir/
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Gracias por rebloguear, un abrazo
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Preciosas, Themis
A mí también me gusta mucho mirar esas siluetas y fotografiarlas.
Y si encima hay luna, belleza asegurada
Abrazo
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Es que son hermosas y muy mágicas, te llevan a otra realidad dentro de esta, y la Hermana Luna ella es la gran belleza….. un abrazo
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Es una hora mágica, yo la llamo la hora de los perfiles, cuando todo tiene un perfil
y se pueden hacer esas fotos mágicas, como las que nos regalas. Gracias Themis.
Es una gozada. Un fuerte abrazo.
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Sí bien dices es una hora mágica, me gusta mucho salir en ese momento y más en esta época del año pues se junta con la luz amarilla y es un gran espectáculo de ensueño. Gracias Julie, un abrazo grande y una muy buena semana
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Sí, fíjate que yo le dediqué más de un libro a esa hora en que todo tiene un perfil, y tú lo defines muy bien. Es un libro que lo puedes ahora leer en internet, aunque también está en Amazon, pero está agotado, se publicó en 1985. Se llama Silvas de mi selva en ocaso. Te lo mando, está en mi blog. Y luego tengo uno inédito que lo titulé Perfiles. Y es que me fascina ese momento espectacular… Gracias, Themis. Mi abrazo.
https://eltiempohabitado.blog/silvas-de-mi-selva-en-ocaso/
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Gracias a tí Julie, veo que tenemos algunas cosas en común, por lo menos lo que nos ocasiona esos momentos y esos perfiles.
Me daré una vuelta, por ahí nos vemos, un abrazo
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Para disfrutar con cada una de las imágenes. Gracias por compartirlas. Un abrazo.
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Gracias a tí Carlos un abrazo
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