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HISTORIAS DE ANIMALITOS: EL CHIMICHURRI, SHIVA Y TODO LO DEMÁS (1)

 

Aquí ando luchando conmigo misma,

pues todo se da junto con pegado……. a veces las situaciones se vuelven difíciles de separar, más cuando uno  las quiere encasillar, aquí esto, aquí lo otro, esto un poquito para aquí, esto para allá, sin embargo las historias pueden tomar muchos derroteros, moverse libremente dentro del cosmos interior donde está el almacén de todos los recuerdos los cuales flotan en un universo sin límites, orbitan unos alrededor de otros, ellos se van uniendo como va siendo pertinente al proceso de quien está en la tarea de mirar atrás, no son lineales y el tomar al tiempo de los sucesos como el hombre lo creo a través de pautas que lo limitan y encierran, es meterse dentro de un laberinto que no tiene principio ni fin y terminar en la cárcel de la memoria que uno mismo creo.

Más allá de lo que sea uno insiste muchas veces pues quitarse lo aprendido lleva su tiempo, más que el que uno utilizó para aprehenderlo, entonces, uno se pregunta, para qué insistir en hacerlo, así estoy yo con estas historias de animalitos que quién sabe a dónde están llevando todo esto, por eso ésta comenzará y quien sabe que será de ella.

Tengo curiosidad de para donde se encaminará, si es que enfila para algún lado o sigue en el divague, como hasta ahora, sin embargo busca otra manera de presentarse, según parece o de entenderse a sí misma o tal vez de desaparecerse.

Da igual, la planificación a veces frena el hilado de las huellas o las vuelve muy rígidas, encasilladas, más cuando se valora  a través de lo temporal, más que con el tejido fino en que se entrelazó, así de esa forma quedó acoplado a una serie de acontecimientos, que se van extendiendo como redes y los une bajo otro concepto que no es el del tiempo, ni el del personaje, ni el del suceso .

Así es como estas historias de animalitos que empezaron teniendo cada quien un lugar ahora parece que se quieren transformar en un continuo, contar lo sucedido no sólo con ellos sino irlos ambientando en el contexto en que se desarrollaron y por qué no, en el que viven actualmente unidos en ese mar de huellas que van saliendo con la libertad  que el asomarse lo permite, muchas veces simplemente para ver qué pasa, sin tener ni siquiera la osadía de pretender aparecer en la línea de los sucesos, de repente  algo las atrapa y las vuelve protagonistas o quedan representadas en la historia, así que sigo sus deseos y quien sabe que saldrá de todo esto.

No es importante al fin, en algún momento se verá el resultado o ya es por sí  mismo un resultado o……, ¡caranflines!, ¡cómo complica la mente!, esa siempre tiene que dar explicaciones, fundamentos, razones y un sin fin más de cosas, la verdad que harta, si harta, pero bueno que se le va a hacer, ¿acaso eso es importante?, ¿quién sabe?, en esto parecería que no, pues lo único de lo que se trataba era de contar la historia, por contarla, sin ningún otro revestimiento, dejar a la mente a un lado y simplemente: JUGAR con lo que vaya naciendo.

Si no entendieron lo escrito no se preocupen ya que a mí tampoco me queda muy claro.

 

Todo comenzó porque Iba a escribir del Chimi y me dí cuenta que él y Shiva eran contemporáneos, aunque no podría decir quien fue primero, hasta se me hace que  fueron un unísono.

Cuando vivía por esos rumbos en el sureste mexicano, lo hacía en dos casas diferentes, una era en el poblado, retirada de la carretera, del mero centro del aglutinamiento humano, pues se había puesto de moda mudarse a ella, pero eso es otra historia, que me llevaría por las ramas y no sé si me quiero ir por ellas.

 

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La otra estaba alejada de él, más arriba en la montaña, no había vecino cerca, no llegaba la luz y todavía guardaba parte de lo primitivo del lugar.

 

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No me acuerdo el nombre de la perra de la casa del poblado, madre del Chimi, pues eran tantas a las que ya había visto pasar, que la forma de llamarla no era algo importante, más allá no tenía mucha relación con los animales de la casa, aunque la recuerdo muy bien, era una perra de pelo claro, buena, tranquila, que irradiaba un espíritu de paz, era muy trabajadora, guardiana, pues no era de ir a la milpa, prefería quedarse y vigilar, aunque si la llamaban para que acompañara al campo lo hacía sin chistar, era muy llevada con el hijo menor de la casa, un niño de unos diez años y era su compañera para ir a cortar leña.

Una de las cosas importantes era que en el lugar en donde vivía, los animales se veían del punto de vista trabajo y del beneficio que pudieran dar, no había mascotas, se podía guardar algún afecto hacía alguno, pero prácticamente no era algo que se tuviera en cuenta y menos con los perros salvo que tuvieran algún don especial que los hiciera destacar, uno valorado, era que fueran buenos cazadores o sea que ayudaran a buscar la presa, pues eso garantizaba comer carne y en la comunidad hacerlo era todo un lujo.

Los perros se medían por lo productivos que pudieran ser a la hora de realizar su tarea, habían algunos que eran para la vigilancia y otros que se volvían los compañeros para ir a la milpa, a buscar leña, a recolectar frutos o a cazar.

Cuando los hombres iban a la milpa de lunes a sábado, lo hacían bien temprano en la mañana y regresaban en la tarde, prácticamente se podía decir pasaban el día en ella. El perro aparte de ser un buen compañero, vigilaba y alertaba por si algún animal se acercaba o algún cristiano, como se le decía a las personas.

Había perros bien mañosos que cuando veían que ya era hora de salir y acompañar a los dueños al campo, se desaparecían, por más que los llamaran, silbaran, no se daban por enterados. Eso sí, apenas habían pasado cinco minutos que se hubieran marchado ellos afloraban y se volvían a tirar a descansar todo el día.

La perra estaba preñada y se la sentía cansada, con una gran panza, como si dentro cargara con un sin fin de pequeños seres, y así fue, tuvo una cantidad de cachorritos, ya no me acuerdo cuántos, pues esas perras de comunidad son proliferas, como que tienen que tener muchos hijos para ver si alguno se cría, pues generalmente están desnutridas y es a veces difícil sacar la situación adelante.

Otro tanto pasa con el humano, las mujeres también tienen muchos hijos para ver si se les crían, también juega el factor que no había tenían forma de control de la natalidad y por otra parte no era bien visto.

Una de las costumbres de muchos del lugar era no ponerle nombre al niño hasta los dos años, más allá que se sabía por tradición el nombre que le correspondería, el primero que nacía recibía el nombre de los abuelos paternos de acuerdo al sexo, luego el de los maternos y así se seguía con todo un protocolo para bautizar a los niños.

Por eso muchas veces uno nombraba a algún niño en la escuela y varios contestaban pues pertenecían a la misma familia y si eran primogénitos y varones todos llevaban el nombre del abuelo paterno o el de la abuela paterna si era niña, de esa forma se reconocía de donde procedían y que lugar ocupaban dentro de su grupo familiar, de ahí que se les diferenciaba por alguna característica o ellos mismos se ponían un apodo para de esta forma poder distinguirse.

-¿Cómo se llama?- pregunté a una mamá que cargaba con su niña.

-Todavía no tiene nombre- me dijo – hay que ver primero si se cría

Calculo que quede con cara de poco entendimiento entonces ahí me explicó que si cumplía dos años ahí se le ponía el nombre,  si llegaba a ese nivel ya en una parte había logrado las defensas para hacerse fuerte en relación al lugar.

También estaba la costumbre que hasta esa edad se le cargaba casi constantemente, se le llevaba amarrado en el rebozo incluso la madre hacía todas las tareas con él a la espalda, cocinaba, lavaba, atendía a sus otros hijos y muchas cosas más.

 

FOGÓN Y FAMILIA

 

o se le encargaba  a alguna niña mayor, hermana, prima, vecina que hacía de cargadora.

 

NIÑA CARGANDO BEBÉ

 

Eso sí al llegar a los dos años  se le quitaban los pañales, se le paraba en el suelo y ahora a arreglársela por sí mismo, como quien dice ya se había vuelto grande, logrado la fortaleza para pasar a la siguiente etapa,  aprender a ser autónomo,  caminar largas distancias pues tenía que acompañar a la madre a donde fuera y en la comunidad ninguna distancia era cercana.

Eso sí mientras aprendía que había perdido el privilegio de ser trasladado por otros se le tenía total paciencia, por eso no era algo extraño ver a los pequeños llorando y a los otros parados esperando que se decidiera a seguir el camino. Si estaba el padre  a veces después de que hubiera hecho el esfuerzo era quien lo cargaba y otras veces algún niño de los más grandes lo tomaba de la mano y lo convencía de que aceptara.

Los hermanos mayores o los primos o niños vecinos se encargaban en mostrarle como ir al baño, lo que hacía por imitación, tampoco había ningún problema en mantenerlo desnudo durante este período.

Había muchas cosas que a mí me sorprendían de la educación de los niños, venía de la ciudad y estaba acostumbrada a verlos desde otro ángulo, como un día que un niño como de unos dos años, estaba jugando con un machete,  advertí a la madre de la situación.

Lo miró y ni se inmutó, la contestación que me dio frente a mi sorpresa fue:

-De esa forma aprende

-¿Y si se corta un dedo?- pregunté asombrada

– Le va a tener más cuidado

Ahí se acabó, más allá que me dio muchos motivos por los cuales hay que dejarlos, todos total y absolutamente aceptables , al igual que anécdotas de otro de sus hijos que se había cortado el dedo pues le encantaba agarrar el machete para caminar arrastrándolo como si fuera un autito atado en la cuerda como se hace en la ciudad, en un lugar en donde el juguete no existía cualquier cosa servía para sustituir las necesidades que la Naturaleza mandaba, desde ese día ya lo empezó a respetar.

Otro mundo, otras costumbres, otra forma de educar para el ambiente en donde se desarrollaban, cosa a veces difícil de entender y malinterpretadas, pues se valoran desde otra perspectiva que nada tiene que ver con las cosas que hay que aprender para vivir en ese lugar determinado, sobre todo cuando se quiere masificar, se piensa que se tiene la razón y se cree que democracia es para todos lo mismo y en nombre de ella se disuelven a los pueblos y sus tradiciones dejándolos a merced de voluntades en la mayor parte de las veces muy mal informadas, deformadas o secuestrados como sujetos de mercado.

La perra ya al final vivía abajo del fogón pues estaba más calentita y ahí la dejaban pues en cierta forma le tenían aprecio y era muy tranquila.

 

fogón

 

Ahí nacieron los bichitos, todos largos como larvas y desesperados por comer, todos se la peleaban a todos, los más fuertes se apoderaron de los mejores lugares, al fin la camada se definió y quedaron los que resistieron.

Hermosa pandilla, a cuál de todos más bonitos, juguetones, cálidos, se había intentado alimentar lo mejor posible a la madre, aunque no era cosa fácil cuando hasta los humanos tenían la ración controlada.

Continuará…..

 

México

 

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4 comentarios en “HISTORIAS DE ANIMALITOS: EL CHIMICHURRI, SHIVA Y TODO LO DEMÁS (1)

  1. Digo que será libertad de expresión la que, poco a poco, conduce la historia hasta la conclusión. Cuando relatas sobre lo vivido en medio de aquél maravilloso paisaje, lo mejor es leer sin interrumpir y menos aún prejuzgar sobre la forma de enfrentar la subsistencia. Un can de palleiro es, o era, el perro que permanecía noche y día echado en medio de la puerta de la casa. Un abrazo.

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  2. Hola, Themis.
    He entendido muy bien lo que explicas al principio, a mí me pasa siempre al escribir: empiezo con una idea y acabo en otro lugar que ni imaginaba. Eso le da emoción.
    Me ha encantado tu narración y me he reído mucho con la anécdota del machete. Nada que ver con los niños hiperprotegidos de por aquí.
    Muy tierna la niña cargando con el hermanito. Y te comentaría más cosas pero no quiero ser pesada.
    Espero la continuación….
    Un abrazo

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    1. Gracias Eva, me alegra que entendieras pues a veces los recuerdos se empiezan a aglutinar, como que todos quieren salir o por lo menos hacer ver que existen y además se van uniendo a otras situaciones que por asociación se aparecen. Ahora he decidido que salgan como se le peguen la gana.
      No eres pesada, comenta lo que te nazca. Un abrazo grande y ahí seguirá la historia

      Le gusta a 1 persona

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