RUMBO AL SUR
Junto con los niños del Taller del Petate nos pusimos a darle orden al Ranchito, guardar lo poco que hay en él, limpiarlo, organizarlo, pues saldré de viaje y quien sabe cuándo estaré de vuelta.
Nos habíamos pasado parte de la mañana guardando leña, para que estuviera bien seca para mi regreso y esto facilitara prender el fuego, si llegaba en tiempo de lluvia. Uno de los pendientes por estas tierras, es tener leña seca que no ahúme y mi reserva ya se había agotado.
Prender el fuego con leña mojada, es toda una circunstancia, pues el humo se va para donde quiere y es un proceso que tarda, se apaga a cada rato, hay que estar sople y sople para que la llama vuelva a nacer y vaya secando parte de ella.
Habíamos trabajado mucho, terminado rápido para luego congregarnos, saborear nuestro delicioso pan tostado con miel y platicar.
-¿Te vas por mucho tiempo?
– Por un rato
-¿Cómo la otra vez?
-Sí
-¿Cómo se llama el país al que vas?
-Uruguay
-¿Está muy lejos?
-Sí
-¿Vas a regresar?
-Sí la Vida me trae de vuelta sí.
-Cuéntanos como es el viaje
-Del avión, como sube y como baja
Ahí me puse a platicarles lo que ya le había narrado otras veces, sobre todo del avión, de los aeropuertos, de cómo se ve el Cielo desde arriba y la Tierra, cosa que les llama la atención y no conocen.
-Un día yo voy a ir en avión, voy a subir al Cielo, ¿veldad, que puedo ir?.
– Si te lo propones, ¿por qué no?.
-Cuando sea grande- y sus ojos se abrieron grandotes y un suspiro se escapó de su boca, como el de quien está plantando un sueño.
Cerré el Ranchito. Me despedí de él, de todos los niños, de los animalitos, de todo aquello que habita a sus alrededores, le pedí que lo cuidaran que sólo usaran aquello que necesitaran.
La hermana Ardilla parecía que sabía de mi ida y me vino a despedir, dando una serie de corridas por lo árboles de alrededor, el riachuelo cantaba una dulce melodía con la poquita agua que aún le quedaba, ya se acerca el tiempo de su desaparición, el bosque lucía con hermosas luces y el café me regaló los primeros frutos rojos los cuales saboreé su pulpa y agradecí su presente, fuente de antioxidantes y energía.
Era hora de irse, emprendí el camino rumbo al pueblo para preparar el viaje, que quién sabe a dónde dirigirá mis pasos, caminando por la carretera y observando el paisaje de las montañas, no había otra cosa más importante que llenar las retinas con ellas, guardar en el corazón esos momentos pasados con los niños, donde no cabía la posibilidad de tomar fotos, pues eso acabaria con la magia y no nos permitiría vivir esos instantes en toda su plenitud.
Las montañas me despidieron con una asombrosa puesta de sol tiñendo el cielo con morados y rosas anaranjados, donde las nubes volvieron a crear su mar, pues ya está cerca el tiempo de estos hermosos espectáculos.
De las montañas al mar, de las alturas a la llanura, otro paisaje, otro cielo, los grandes espacios vacíos y el reencuentro con las dunas, con otros personajes, como las lechuzas areneras, el vecino de enfrente y el de la cueva y nuevos aconteceres que la Vida, como hábil prestidigitadora irá sacando de su sombrero de copa.
Espero hayas disfrutado esta entrada…!
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MARAVILLOSO !!!!!!!!!! Como nos tienes acostumbrados……a transportarnos con tus mágicas historias , que tienen el poder de hacernos soñar GRACIAS !!!!!!!!
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Gracias a tí Gladys, nos vemos
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Hermoso relato Themis, cortito y al pie como decimos por aquí y a la vez con mucho contenido.
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Gracias, tienes razón, no se necesitaba más, el momento quedó plasmado. Un abrazo grande
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Las despedidas siempre tienen algo de tristes, Pero ésta tuya, aunque llama a las lágrimas, por causa de la belleza de tu texto me saben a dulce. Gracias Themis. Un beso.
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Sin lugar a dudas, sin embargo la dulzura y la tristeza a veces tienen mucho en común. Un abrazo grande
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Sobre todo cuando son inevitables. Un beso.
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Si’, me gusto’ muchisimo …
(Lastima lo de no tener fotos pero comprendo totalmente la motivación a no sacar ninguna…)
Tu relato me hizo volver atrás en el tiempo , me devolvió sentimientos olvidados , me llevo’ consigo en el viaje a Uruguay , que conozco….
Gracias!
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Me alegra mucho que te haya gustado y haberte llevado a ese hermoso Uruguay un abrazo
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Feliz viaje,Themis.
Todo lo que escribes es bonito.
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Gracias Eva, un abrazo
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