DÍA DE LA CANDELARIA
2 de febrero
Había ido a la ciudad más cercana al lugar de donde vivo en México, después de un largo tiempo de no estar en ella.
Por esta ciudad pasa el tren que conecta al Sur con el Norte del país y es camino de los migrantes.
Una de las cosas que disfruto y me centran, cuando voy a ella es refugiarme de la prisa y el ruido abrumador que emana, en un parquecito donde hay una serie de cafeterías.
Ahí estaba sentada afuera de una de ellas, contemplando el movimiento del lugar, cuando se me acerca un muchacho de unos veinte años cuanto mucho, se detiene a unos metros de distancia, con cara de susto, con unos grandes ojos límpidos, trasparentes, inocentes, que muestran un gran desconsuelo, angustia y sobre todo miedo, como los de un niño que la Vida lo sorprendió con la realidad de los Tiempos, abriéndole los ojos.
Me dice:
-Soy hondureño, soy migrante, nos corrieron, la ayuda que me pueda dar se la agradezco- en eso estábamos, cuando se acerca otro de ellos.
Me llama la atención que se paren lejos de mi mesa.
Mientras el primero que llegó agradece mi ayuda y se va, el otro como si algo lo paralizara queda clavado en el suelo, después de unos breves instantes, me empieza a contar con toda la fuerza de quien necesita no sólo nutrir el estómago, si no descargar el alma y sacar para afuera lo que lo atormenta.
-Gracias madrecita, traemos mucha hambre, mucha, llevamos días sin comer-mientras sus manos daban vueltas alrededor del estómago- duele, madrecita, duele, de tanta hambre. El maquinista paró el tren aquí, ¿cómo se llama esta ciudad?
-Tehuacán
– y nos dijo, «Bajen muchachos, vayan a buscar comida, aquí los van a ayudar».

Como no lo podía escuchar bien le pedí que se acercara, con mucha timidez, lo hizo.
-Vamos de regreso a Honduras-siguió diciendo- éramos seis, madrecita, éramos seis, sólo quedamos ahora dos, los otros cuatro quién sabe qué pasó con ellos……. nos empezaron a cazar, nos disparaban como si fuéramos animales………
salimos todos corriendo, el otro y yo pudimos cruzar, pero perdimos a nuestros compañeros, los perdimos- decía, con una mirada que se extraviaba en un vacío muy profundo, desconsolado, mientras su voz se entrecortaba y sus ojos se llenaban de lágrimas- ahora vamos de regreso a decirles a sus familias que los salgan a buscar, que vean que pasó con ellos, nosotros no pudimos hacer nada, nada- se lamentaba, dejando traslucir su sentir por haber abandonado a sus compañeros.
-¡Acércate!
Titubeó en hacerlo.
-Dame tu mano- mientras extendía las mías-tranquilo, mírame a los ojos…. No era tu intención el dejarlos, calma………….
-No pude hacer nada, madrecita, no pude hacer nada
-Lo sé.
Ahí nos quedamos por un momento, mirándonos y un suspiro profundo hizo que la Vida fluyera, la paz inundo el corazón.
-Gracias, madrecita, que todas las bendiciones caigan sobre tí y sobre esta tierra, México y sobre su gente, que nos ha ayudado, nos ha recibido, nos ha tratado bien, el Cielo les va a ayudar, bendiciones, bendiciones es lo que aquí dejo
– mientras su boca esbozaba una sonrisa de consuelo y mi corazón se llenaba de un gozo absoluto, como si sus palabras inundaran el ambiente llenándolo de regocijo.
-Vamos-le grita el otro desde lejos-se nos va el tren.
-Los Cielos los acompañan, gracias por tan hermosa bendición, la llevaré conmigo. Vayan en paz.
Levantando su mano, dejó un saludo a lo lejos.
Intenso encuentro en el Camino de la Vida, que nos armoniza y conforta, sin importar quiénes somos, de dónde salimos o a dónde vamos, solo descubrir que nos necesitamos y que hermanarnos es la dirección que él nos marca.
Fotografías cortesía de DIEGO PEREYRA, al cual agradezco por permitirme hacer uso de ellas.
Espero hayas disfrutado esta historia…!
Si te gustó te agradecería que me lo hicieras saber, que lo compartieras con otros .
Conocer tu opinión es algo que me interesa mucho…!
Así mismo te invito a que te des una vuelta por el blog, donde también encontrarás otros posts que te pueden atraer.
GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!



Una desgarradora historia themis, lamentablemente es muchos quienes pasan por ese terror buscando el famoso sueño americano, la voy a compartir en mi blog. Un Abrazo desde Honduras.
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Gracias por compartir, así es, son muchos los que emprenden el camino, sin embargo no saben con lo que se van a encontrar. Un abrazo
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Hola,
Me ha conmovido profundamente este encuentro. La verdad es que sientes una impotencia atroz y al mismo tiempo te das cuenta de cómo una mirada y el cruce de palabras solidarias da fuerza y empuje a dos tristes muchachos que sufren la crueldad de un mundo desigual, en este sistema capitalista donde una minoría se ceba con una inmensa mayoría. Pero, sobre todo, con los más desfavorecidos.
Un abrazo
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Así es, Marisa, no se necesita mucho para apoyar al prójimo en la situación que puede estar atravezando. Un abrazo
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MUY BUENO !!!!!!!!!!Como siempre !!!!!!! Nos transportas al lugar y a los hechos. Es bueno conocer estas historias Bendiciones para ti !
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Gracias Gladys, un abrazo
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Una entrada maravillosa y conmovedora.
Ojalá hubiera más madrecitas como tú en el mundo capaces de agarrar una mano y mirar a los ojos.
Un beso, Themis.
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Esperemos que estos gestos se extiendan y que dejemos de pensar tanto en nosotros mismos y miremos a nuestro alrededor y que dar consuelo se vuelva una prioridad. Un abrazo
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