«Sorpresas que nos da la Vida»

Cada vez que llego al Ranchito, me encuentro con algo nuevo.

Esta vez eran una serie de papelitos que colgaban muy artísticamente, como si fueran un móvil, al mejor estilo Calder, llamaban la atención pues parecía que nada los sostuviera, que fuera el aire el medio que los suspendía.

Estaban elaborados con total finura y exquisitez, la forma en que fueron cayendo fue creando una serie de figuras que a medida que se las contemplaba guardaban una armonía y estética, hermosa.

Ahí los dejé, para que los vieran los niños.
En eso llegaron los tres más pequeños y se pusieron a observarlos, los señalaban, con mucha delicadeza los tocaban.

 

 

-¿Qué ven?- les pregunto
-Un dibujo que hizo un animalito.
-¡Lo recortó igual que hacemos nosotros!- dice con gran admiración.
-¿Quién lo habrá hecho?
-Nosotros no fuimos
-¿Cómo los colgó?
-Fue una araña- mientras ponía su manito cerciorándose
-¿Qué hizo la araña?
-La telaraña, ¡mira los hilitos!- mientras con sus manos lo sostienen.

 

 

-Sí, eso sí están colgados en una telaraña.
-Y, los papelitos ¿Quién los puso ahí?
-Un bichito muy chiquito, grande no puede ser.
-Los cortó chiquitos
-Fue el zorrito, el que entra todas las noches a la cocina.
-¿Tú crees?.
-Fue el Loco-
-¿Quién es el Loco?
-Anda suelto por el monte- y comienzan a contarme la historia, de que hace cosas de esas, que no se sabe por qué, también se roba a los niños.
Los miro con dudas.
-Sí, hace cosas así- me aseguran todos muy serios.
-Entró sin que lo vieras- y abren grandes los ojos.

Ahí estábamos todos mirando y sacando hipótesis de quién había podido ser el que nos dejó de regalo ese recorte y en eso llegan los más grandes.
-¿Qué hacen?- preguntan.
-Miramos estos papelitos colgados, queremos saber, ¿quién los hizo?.

Los dos se pusieron a analizar con cara de grandes expertos, mientras hablaban entre ellos.

Uno mueve el papel que está contra la pared y sale a la luz, una cantidad de papelitos todos amontonados.

 

-Fue un ratoncito, mira ahí su nidito, el otro día había uno ahí fuera, fue él, ¡si fue él!- dice con gran emoción por su descubrimiento.

 

Así fue, tuvo razón, ¿quién otro podría ser que un roedor?. Al ratito nomás apareció y le pudimos tomar una foto, con su cara de gran susto, que nos miraba sin dar crédito, pues se sentía acorralado el pobre, atrapado sin salida.

 

 

Era el artista desconocido que nos había dejado una bella obra para que la pudiéramos contemplar y meternos dentro de ella e imaginarnos formas, las cuales íbamos fotografiando y podíamos verlas aumentadas, para deleite de todos.

 

 

Camino hacia la luz. Una muestra de arte efímero de un gran Creador.

 

 

Eso sí, después de la foto se fue y ya no lo volvimos a ver, ¿será que no le gusta la notoriedad y busca la paz del anonimato?. ¿Saber?….

 

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡   HASTA  LA  VISTA   !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

 

Sierra Mazateca, México

Espero hayas disfrutado esta historia…!

Si te gustó  te agradecería que me lo hicieras saber, que lo compartieras con otros .

Conocer tu opinión es algo que me interesa mucho…!

Así mismo te invito a que te des una vuelta por el blog, donde también encontrarás otros posts que te pueden atraer.

 

GRACIAS!!!! SALUDOS!!!!

 

 

 

 

 

 

 

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