La Promesa de la Realidad
Se acerca, sí, ya casi está aquí, ya se está pidiendo el permiso en el Ombligo del Mundo para que el portal se abra y permita que las ánimas de los difuntos lleguen, el caracol suena en las cuatro direcciones, el tambor resuena, los muertos chiquitos, esos pequeños angelitos ya están listos, entre risas y regocijos, ya van a venir al mundo por sus dulces, para correr con la brisa por esas calles, y lo hacen con ese susurro dorado que solo la flor de cempasúchil conoce que por su sendero de pétalos y su fragancia los guía.
La más hermosa y sincera de las celebraciones mexicanas, el «Día de Muertos» ya comienza con la mística que lo envuelve.
*

*
En cada casa, la Realidad encantada se viste con su mejor rebozo de tradición. No es algo abstracto, no, el escenario es esa sabia abuela con manos de cocinera y memoria de siglos, que vienen desde los más remotos ancestros, que sabe que hay puentes que solo se construyen con amor y pan y el recuerdo que nunca se pierde y que hay que heredarlo a los que vienen atrás.
Ella es quien no se olvida, dirige los preparativos: el aroma a mole, a calabaza en tacha y a ese pan de muerto que no puede faltar, que guarda el sabor de las lágrimas convertida en azúcar, porque ella sabe y no lo duda, que vendrán, que también ellos aguardan este momento en que se abra el portal.
*

*
Todo listo para la Ofrenda, ese banquete de bienvenida para quienes, habiéndose adelantado en el viaje, tienen un permiso celestial o del Mictlán, que para el caso es lo mismo, quién sea que lo de, tienen autorización para cruzar.
La Realidad lo sabe, lo ha visto a ese velo desvanecerse año tras año. Las ánimas, nuestros amados viajeros, llegan para compartir el sabor de la tierra, probar el agua fresca, fumarse ese cigarro que tanto les gustaba y envolverse en la nube de copal, que es la fragancia de la memoria viva.
*

*
Y la noche se vuelve un escenario mágico. En el panteón, bajo un cielo donde la Luna, que ya está en creciente, ofrece su tímida luz de plata, la Realidad enciende la primera vela. Luego todas las demás, en un lugar y en otro, y más allá, como faros diminutos, marcando el camino: «Aquí estamos, aquí te aguardamos, ven y ríete un rato con nosotros.»
*

*
Sin lugar a dudas, esa vibración no miente, y esa red cuántica que se elabora en donde todos estamos conectados y la red neuronal sintoniza sin que sepamos los motivos, que es lo que menos importa y si, aparecen y se sienten y te muestran que es muy frágil el velo que nos separa.
Ese tejido, que no es otra cosa que el amor y el recuerdo compartido se activa. La Realidad sonríe, porque sabe que como antenas la familia capta esa frecuencia única.
Y sí, las ánimas andan dando vueltas. No son sombras. Son la confirmación, el eco poético que te susurra que por un par de noches, «el Acá y el Más Allá» se sientan juntos a la mesa de la Realidad para contarse sus aventuras. Y créeme, eso es más real que cualquier cosa que te puedas imaginar.
MÉXICO
NOVIEMBRE 2025
*
Agradezco fotos tomadas de internet
*
DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO: LA LLEGADA DEL RECUERDO
blogdethemis.blog/tag/día de muertos/
TE INVITO A QUE VISITES EL BLOG
puedes encontrar otras entradas que te pueden interesar.


¡Hola Themis! Qué BO NI TO! Las ilustraciones magistrales, la belleza de nuestras tradiciones: lo máximo. Y pienso eso justamente: el más allá y el más acá juntos, se sientan y toman café, claro que sí. Un gran abrazo Themis 😊🤗🤗🤗🌹🌹
Me gustaLe gusta a 2 personas
Hola Maty, así es, ni más ni menos, un compartir lleno de color, de sabor, de luces y ese cafecito que nunca falta, que siempre está ahí, y se ríe y también uno se prepara para ese devenir, para ese día en que estemos del otro lado. Gracias, un abrazo inmenso
Me gustaMe gusta
Claro que si, Themis, es real y no cabe duda que somos luz, color, estrella, flor amailla como el cempasuchil, me fascina ver esos cementerios, panteones, llenos de luz y color y es el símbolo vivo de lo que somos, luz palpitando al son del instante. Gracias por todo, por la fotos, por tu texto, por tu forma de pensar y de ser. Mi abrazo y que la vida y la muerte nos unan para recrear un mundo mejor. Con más fe y esperanza. Un fuerte abrazo y feliz semana.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Julie, tu lo conoces, tu lo viviste, tu anduviste por ese México profundo donde la magia te sorprende y se presenta y te acompaña y ahí está y se vuelve un viaje tan real como increíble. De acuerdo contigo que de un lado o del otro esté la unión para lograr un mejor espacio de habitat. Abrazo infinito y también para ti una bellísima semana
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, Themis, como te dije en la otra entrada, una curiosa tradición que, quizá, a los que no estamos metidos en ella nos resulta eso, curiosa, pero que tiene su magia, su significado y su tradición. Me ha gustado el inicio con lo de los niños convertidos en ángeles y ese susurro de…, (impronunciable para mí esa palabra, ¡qué difícil!) y también el párrafo final que condensa lo que es en realidad esta fiesta sentándose a la mesa los del más allá y los del más acá. Gracias por contarla.
Un abrazo. 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias Merche por leerla, la verdad que es algo muy mágico, solo viviéndola es que llegas a compenetrarte con ella, sobre todo cuando andas por lugares donde la tradición y su símbología y su enfoque se mantienen como a la vieja usanza, ahora en las grandes ciudades se ha vuelto más turísitica, que no deja de perder el esplendor y la magia pero es diferente, es otra cosa, es para llamarla de alguna manera más evolucionada o más modernizada. ABrazo bien grandote.
Me gustaMe gusta
Hola Themis, preciosas imágenes y muy buena narración de cómo se viven estas tradiciones tan bonitas. Abrazo fuerte.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Si de una gran belleza la verdad y de grandes momentos, gracias Ana, abrazo inmenso
Me gustaLe gusta a 1 persona