LA ENTRADA TRIUNFAL

Era noche aun cuando me levanté, se escuchaba a lo lejos un gallo cantar llamaba a que el día se despertara y comenzará su danza.

Salí fuera, el frío se dejó sentir de inmediato, no dilató nada en mostrar que congelaba, las estrellas titilaban en el cielo o ¿tiritaban? y la luna descendía lenta, sin apuro renuentes ambas a ceder su lugar al sol.

*

*

El canto del gallo se hizo más nítido, celebraba el inicio de una nueva jornada, un murmullo casi imperceptible se sentía en el fondo, como si muchas vocecitas aun adormecidas quisieran unirse a la alabanza.

Preparé mi café, para que los ojos se desprendieran y el cuerpo frente a su aroma súbitamente se animara para emprender el camino que nos esperaba.

Mientras el sol emergía tímidamente, sentí una mezcla de esperanza y emoción, las campanas de la Iglesia las despertaron recordándome que la Semana Santa daba comienzo.

Era la primera llamada para explorar, aprender y sobre todo para vivir este instante.

Con el corazón ligero, me adentré en el día, lista para abrazar lo que viniera.

Era domingo de Ramos, daba inicio a ese «Misterio Pascual», me apronté para ir a la Iglesia, allá por el Calvario, donde está mi platea, de ahí partiría la procesión, que llegaría a la parroquia, para festejar la entrada de Jesús a Jerusalén en esa semana de la Pascua que celebraban los judíos en aquellas épocas.

Bebí el elixir de cada mañana, cuando de nuevo las campanas en un repiqueteo de gran alegría por un lado y por otro con cierta tristeza, tal vez sabiendo todo lo que sucedería en esta semana, aprontando al espíritu a pasar de una emoción a otra, lo que comenzaría con gran contento, navegaría luego por la profundidades de la congoja para renovarse luego y amanecer en la Pascua como alguien nuevo. Segunda llamada.

Apresuré sin prisa mis pasos, había aún que caminar para llegar al sitio de la salida, cuando ya estaba todo listo y el día se prendía fuera lanzando sus primeras luces y todos los pequeños alados recibían a esa jornada que despuntaba con grandes agasajos, como si supieran lo que estaba sucediendo en el mundo de los humanos, las campanas aún más fuertes mostrando que había llegado el momento esperado. Tercera llamada.

*

*

Como si tuviera alas en los pies me sentía, volaba caminando por esas calles unida a muchas personas que también se dirigían hacia ese punto de congregación, el frío aún era más fuerte, íbamos de subida, más descampado estaba todo, no llevaba el suficiente abrigo, las manos, la cara, entumecidas y el sol que se negaba a cubrirnos.

Parecía que el tiempo se unía al momento, más allá que este sería de júbilo, aun no se sabía lo que sucedería, o ¿ya todos en este momento habiendo aprendido el desenlace que tendría y cargando con las culpas humanas de la entrega a ese calvario de un alma limpia, pura, ya comenzábamos a constreñirnos? o ¿era el cielo que quería mostrar como los corazones se congelan y de un instante a otro cambian su sentir, pasan de haber compartido momentos de enseñanza y apertura, de liberación, a volverse los verdugos y mandar a la muerte a quien fue quien los llevó a conocer la paz del corazón?. Responder simplemente en automático o por miedo, siguiendo las voces de los que preparan el escenario para que sea lo que ellos quieren que sea de acuerdo a sus intereses.

-¡¡¡Barrabás!!!, ¡¡¡Barrabás!!!- clamarían cuando Pilatos no queriendo condenar a un inocente, les diría que lo castigaría y lo soltaría, pues era de la época liberar a algún condenado que el pueblo pidiera por él. Pidieron por un asesino, ladrón o rebelde o bueno por el que quiso salvar a los judíos con la insurrección o como otros opinan que era Jesús mismo, pues su nombre parecía decir que así era, significaba «Hijo del Padre» y dicen que el primero era Jesús o sencillamente, fue una demostración simbólica de la justicia humana y como la masa se vuelca al que grita y ostenta más.

Para luego, cuando se dan cuenta de lo que hicieron sucumbir al arrepentimiento, ya que él muere en la cruz por todos, para redimir los pecados y dar vida eterna, mandado por su Padre que está en el cielo.

Él iría con sus doce discípulos, para la entrada a Jerusalén, donde se celebraría la Pascua, cuentan que iban de camino, al llegar a Betfagé y Betania, cerca del monte de los Olivos, les dijo a dos de ellos:

«Vayan a ese pueblo que se ve desde aquí. Tan pronto como entren, van a encontrar una burra atada, junto con un burrito. Desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les dice algo, ustedes responderán:

 “El Señor los necesita; enseguida se los devolverá.”»

Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había anunciado por medio del profeta:

«Díganle a la gente de Jerusalén:
¡Miren, ahí viene su rey!
Él es humilde,
viene montado en un burro,
en un burrito.»

 Los dos discípulos fueron al pueblo e hicieron lo que Jesús les había ordenado. Llevaron la burra y el burrito, y pusieron sus mantos sobre ellos. Jesús se montó y fue hacia Jerusalén.»

*

*

^«Muchas personas empezaron a extender sus mantos en el camino por donde iba a pasar Jesús. Otros cortaron ramas de árboles y también las pusieron como alfombra en el suelo. Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba:

-Hossana.

(¡Sálvanos!.¡ Libéranos!)

-Bendito el que viene en nombre del Señor

CONTINUARÁ…

MÉXICO

ABRIL 2025

***

DOMINGO DE RAMOS, MÉXICO

DOMINGO DE RAMOS

Te invito a visitar mi página de face

blog de themis

Y TAMBIÉN  EL BLOG

puedes encontrar otras entradas que te interesen.

GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!

Comenta y comparte…GRACIAS…!!!