CARUSSO Y ELVIS PRESLEY

Era hora de dejar el cafecito, con ese sabor tan especial dentro del alma que esa canción inesperada me había dejado, la acompañaba con una sonrisa de idiota que la tapaba el cubrebocas, pero que se desprendía por los ojos, pues no tenía vergüenza en ser quien era, a esta altura de los acontecimientos, una «idiota consumada», riéndose sola con sus remembranzas.

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Después del consabido abrazo de despedida, de la oferta de mi amiga de llevarme en el UBER, la cual no acepté prefería ir caminando, recreando lo vivido y disfrutando de ese hermoso momento y todas las escenas que se avasallaban por hacerse notar, como si fueran «fans» enloquecidas que esa fantástica canción las había desprendido del olvido y las hacía flotar, iban precediéndome en mi caminar.

Esos instantes irreales existidos, donde el ayer y el hoy se confunden y nacen fundidos en una imagen que se proyecta como si la rodeara el algodón vaporoso de una nube, sumergida en ella fluían y mis ojos no daban crédito de nada, ¿para qué sirve el crédito si no es para endeudarse?.

Mientras Elvis, si, Elvis,¡ sí!, ¡sí!, el Presley, pues aquí todo parece contorsionarse, volverse un enredo, sin embargo, tiene una relación, empieza a entonar  «O sole mío», en su idioma, en su versión, ese cantar italiano que desató esta ola de emociones y él la vuelve Rock, y con ello la sonrisa se vuelve risa, también de idiota, por supuesto, ese que cascabelea con ella, sin que se sepa los motivos, como si el afuera nada valiera, como si a este mundo pudiera navegarlo sin mirar a los costados. ¡Qué osadía!, ¡qué atrevimiento!, ¡que sabiduría!….¡vivan los idiotas que nada deben y nada temen!.

Recuerdo aquellos inicios de los años 60 con un hermano adolescente, que la ponía en la casa y un padre que decía:

-Eso no es música

Competían entonces las versiones de Carusso o Mario Lanza en sus discos antiquísimos de acetato, con aquel que había lanzado Elvis en su arreglo «It´s now or never», «Es ahora o nunca», en un sencillo moderno para aquella época. Era ese instante en donde las generaciones también se fusionaban.

¡Qué hermosa la Vida!, le agradecía que me hubiera llevado por ese sendero, donde la felicidad que sin lugar a dudas es el camino, ese que aparecía que no tenía parangón, palabra extraña que cuando la pronuncio resuena en mis oídos como si un gong me estuviera metiendo en un mar de vibraciones, que no necesito nada para que las produzca, sino que nacen de mi misma en ese encuentro con toda la magia escondida que llevo dentro.

-«Loca ella y loca yo», recuerdo de cómo empezó todo esto con «Balada para un Loco» y la recapitulación, ¿será que ahora es la última etapa?, o será ¿un final de capítulo que deja abierto a la nueva temporada?, la cual intuyo que  ya se prepara, pues ha tenido una calificación de múltiples estrellas.

Si no lo crees, mira, cierra por unos momentos los ojos y verás que el universo está ahí, en esa pantalla interior, donde millones de ellas bailotean una danza celestial.

«¡Fuera locura, pero hoy lo haría!….subirme a los pretiles, gritarles que les quiero….», también él vuelve, ese poeta obrero, hijo de panadero, «de escasa formación intelectual» **

Todos se presentan, los actores de esta serie, para la gran final.

«¡Liberi di volare!», así me sentía mientras camino por esas calles soleadas, llenas de vegetación, donde al ser día de asueto, muchos disfrutan en la cercanía de los árboles.

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Ahí apareció Ella, que parecía que a cada paso me la encontraba, la Tonantzin, Nuestra Madrecita, la Madre Tierra, camouflada, la Virgen de Guadalupe que las reune a todas, que son la misma, aunque no lo creas.

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Unos pasos más y otra, que se confunde con mi reflejo .

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Para al fin surgir la tercera, rodeada de flores, de plantas que mostraba el cuidado que se le otorgaba, cada día hay más imágenes de ella que nutren las calles.

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Es México, el surrealismo a sus anchas se despacha con quién se deje.

Paso a paso, muy lentos, con contingencia ambiental, con un sol hermoso, una luz extraña que baja del firmamento, con el corazón contento, la gran urbe me despide, con ese gran regalo de llevarme en reversa a otro día en donde, «il sole» resplandecía.

MÉXICO

MAYO 2024

** LIBER FALCO, poeta uruguayo. Poema «FUERA LOCURA»

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LA DESPEDIDA: «O SOLE MÍO»

«SE EQUIVOCÓ LA PALOMA….SE EQUIVOCABA…»

«LA CASA DE SAN JAMÁS»

REMEMORANDO UNA CANCIÓN: LUNA TUCUMANA

EDITH PIAF » NO ME ARREPIENTO DE NADA»

GOTAS DE LLUVIA SOBRE MÍ CABEZA

AQUÍ VIENE EL SOL

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