EL PALACIO ITURBIDE

Seguí mi camino con un sabor bien dulce y ácido en mi boca, llevaba los dos extremos en ella y era una delicia, esa suavidad del helado de yogurt acompañado de trocitos de mangos en almíbar, de arándanos, un cereal crujiente y en ese copete chocolate endurecido había logrado darme un gran levantón de energías, al igual que el haberme sentado en ese escalón a contemplar el pasaje de la marabunta humana por esa calle Maderos en Centro Histórico de la Ciudad de México.

Como que el azúcar no estaba dentro de sus límites normales y el haberme dado ese antojo la había nivelado, al igual que el haber tomado esos momentos para el esparcimiento y el reponer bríos, se había convertido en una medicina para el cuerpo y el espíritu.

Seguí rumbo al Palacio de Iturbide para ir a ver la exposición de «Biombos y Castas».

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FOTO TOMADA DE INTERNET

Iturbide ese personaje tan controvertido en la historia de este país, un héroe incomprendido para muchos y para otros traidor a la patria, luego de haber realizado la gran aportación del Plan de Iguala, que supuestamente es el primer plan real de la Independencia donde se dice «vamos a hacer un México independiente y se acabaron las castas», pero según parece se eligió al cura Hidalgo como el verdadero gestor, más allá que se dice que en realidad solo buscaba abolir la esclavitud. ¿Saber?.

¡Vaya a conocerse! la realidad, pues que cosa tan complicada es la historia de este país, con tantas idas y venidas, con tantos personajes, con subidas y bajadas, con cambio para un lado y para otro y tan vasta que se le puede mirar desde diferentes perspectivas, por eso es bien difícil el conocerla.

La cuestión es que después de consumada la Independencia fue proclamado emperador por un grupo de soldados; él lo acepta y el Congreso lo confirma, cosa que no a todos gustó, pues la búsqueda era de un sistema republicano.

Para al siguiente año, ¡ZAS!, Santa Anna encabeza una revolución, proclama el Plan de Casa Mata en contra del Imperio y lo derrota, Iturbide termina por abdicar a la corona y es fusilado.

Este otro personaje también es cuestionado pues un tiempo después será quién «venderá», todo el norte de México a Estados Unidos, según se dice.

Iba camino a su Palacio, donde ahora es un centro de cultura.

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Llegué a él, un grupo de adolescentes estaban esperando que les permitieran la entrada, con seguridad que a cumplir con alguna tarea que le habían dejado en su escuela.

Las castas, sin lugar a dudas, esas que aunque digan que fueron abolidas hasta el día de hoy siguen funcionando como en las viejas épocas aunque se disfracen de modernismo.

También hay de las otras de esas que parecen haber quedado perpetuadas en la época colonial y hasta sus vestidos se asemejan, tal vez no con tantos holanes como en sus mejores momentos, si no lo creen hay que darse la vuelta por algunos lugarcitos y encontrarse con representantes de ellas o con casas donde todo está tan intacto como en aquellos momentos, eso sí que no los despiste el que carguen los teléfonos inteligentes en sus manos.

Eso sí, los sirvientes esclavos al igual que las amas, cargadas de joyas o muy arregladas, claro que nada permitía confundir quién era quién en ese momento.

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FOTO TOMADA DE INTERNET

Daban cuenta de esas castas que se derivaban de la mezcla de españoles, indios y negros y de ahí salían los mestizos o mulatos, el castizo, el saltatrás y muchas otras, que no dejaban escapar de dónde había surgido esa persona y que no fuera a confundirse con los que venían de gran alcurnia.

Se les representaba con sus vestidos, en sus oficios, en los talleres, tiendas, ambientes domésticos en que se desplegaban  o con alguna fruta de la región, eso sí el comportamiento que presentaba debía de ser acorde a su origen.

El despliegue de pinturas era grande dentro de ese palacio, al cual miraba como si anduviera en un viaje por territorios bien alejados de todos aquellos en los cuales había vivido en los últimos tiempos, donde muchas veces las paredes de tierra son las que priman, ahora me trasplantaba a lo que sería aquella época, para todos aquellos que salían de esos territorios donde el desconocimiento era total de lo que sucedía en otras partes, donde la ciudad en muchos casos no existía. Un evento medio shoqueante e inentendible debería haber sido, estuvieran donde estuvieran ubicados dentro de esa estratificación social.

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Los biombos, enormes, bellos, bien bellos, ese enser que nació en el lejano Oriente, que sirve para dividir áreas para crear espacios con más intimidad, que muy prontamente fue adaptado para uso doméstico en esas grandes casas mexicanas, traído por los conquistadores donde fueron dejando plasmado parte de la historia del momento.

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Hermoso espacio, muy ceremonioso, donde solo se escuchaba el murmullo de algunos guías que iban dando las explicaciones a grupos de las diferentes pinturas y biombos, era como la música de fondo.

Los pasos en algunos sitios resonaban, con un eco que los envolvían, promovían el suspenso, el no romper el silencio, el moverse de una manera cadenciosa, sigilosa, sin hacerse notar.

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Solo las paredes estaban engalanadas y el gran patio se desplegaba vacío, como si se le respetara su soledad pues la circulación iba por los grandes pasillos que lo rodeaban.

Subí las escaleras para ver otra exposición que allí había de ruanas y capas, hermosa, esa si me fue un deleite, me encantan, más allá que me duró muy poco pues un señor muy malhumorado, harto se veía de la gente, listo para empezar al otro día a disfrutar de su fin de semana largo, con voz estridente decía a cada instante:

-No se puede tomar fotos

-No se pueden tocar

Y así seguía con esa voz fuerte y enérgica de aquel que se siente con una gran autoridad para sentirse dueño, para ejercer ese poder que le confería el ser uno de los tantos «achichincles» de los de arriba, eso sí revelaba ese querer compensar el sentimiento de inferioridad que tenía, tal vez por el estar rodeado de todas esa exposición de las castas que le mostraba realmente su origen, al cual prefería desconocer o… ¿lo habían nombrado pregonero?.

Aproveché y me asomé para ver esa gran edificación desde arriba y ese patio desértico.

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Fui bajando lentamente cada uno de los escalones, ya había visto demasiado, mis ojos se habían enfrentado a esa cultura colgada en paredes y esa forma de vivenciarla que llevaba siglos sin acercarme, me era como una nueva experiencia, me corroboraba muchas situaciones que había vivido en este siglo XXI, muy similares aunque parecerían lejanas, eso sí, seguía prefiriendo encontrarme con esos acontecimientos en la realidad, en los resabios antropológicos que aún están guardados en los descendientes de quienes habitaron esos tiempos.

Volví a la calle, como espectro salido de las tinieblas que la luz resplandeciente lo sometía.

Me sobé los ojos, me detuve unos momentos para restablecer la frecuencia, respirar profundo y aterrizar en ese otro mundo, esperar unos instantes y cuando el tránsito embotellado de personas me permitió, introducirme en él y seguir mi camino al Zócalo a ver los preparativos para esa gran ceremonia que se festejaría al otro día:

EL GRITO DE INDEPENDENCIA

MÉXICO

SEPTIEMBRE 2023

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RUMBO A LA CAPITAL DEL IMPERIO: MÉXICO (1)

LA CAPITAL DEL IMPERIO (2)

LA CAPITAL DEL IMPERIO Y KAFKA (3)

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RINCONES URBANOS: LA CALLE REGINA, CIUDAD DE MÉXICO

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12 comentarios en “

  1. Encantador tu relato, Themis. No es el helado, es cómo te lo comes. No es únicamente el paseo, es cómo lo vives y lo interiorizas y después lo expones. Conoces más de la historia que muchos mexicanos. Y malhumorad@s acomplejados y con gran sentimiento de inferioridad, siempre habrá.
    Me encantó Themis! Te mando un abrazo biennnnn grande.

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    1. Hola Maty, gracias, al buen sabor hay que acompañarlo siempre de un buen momento e ir sacando siempre lo mejor de lo que te vas encontrando.
      El cuate todo un personaje la verdad, llamaba mucho la atención, por su forma de hacer su trabajo, que estaba molesto sin lugar a dudas, también había muchas personas y pienso no le alcanzaban los ojos para ver que hacían. Un abrazo bien grandote y por ahí seguiremos paseando

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  2. Me encanta tu forma de explicarlo todo.
    Y a la vez aprender de lo que ha sido la historia.
    Nos deja ver con claridad la deficiencia muchas veces en la forma de gobernar y A costa de que y de quien sus victorias o sus derrotas.
    Excelente!!!
    Como siempre haces.
    Atrapar en la lectura y sobretodo siempre con ese toque de sentido del humor.
    Mis Felicitaciones Themis.
    Un saludo y un abrazo

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  3. Hola, Themis:
    Curiosos ese palacio y sus biombos, me ha sorprendido el nombre de «saltatrás», vaya nombre para una casta. Muy bonitas las imágenes que incluyes y la historia que cuentas de ese personaje. Te ha quedado una entrada muy didáctica.
    Un abrazo. 🙂

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  4. Muy buenas reflexiones en la observación de este palacio, sin duda, interesante, Themis. Me encanta seguir tus pensamientos en estos lugares emblemáticos que
    nos cuentan la historia y las imaginables vivencias de otras épocas. Gracias por compartirlo. Te mando mi abrazo fuerte.

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