CRÓNICAS DESDE EL PATIO: LA LUNA EN GÉMINIS

AMANECIENDO EN EL ESCÁNDALO

«Cantemos a esta alma cristiana:

¡Levántate, alma cristiana!

¡Despierta si estás dormida!

¡Dios te viene buscando!

¡A su gloria te convida!»

Como decía un dicho, «éramos pocos y parió la abuela», todo anda convulsionado y para dar cuenta que ello, hoy hemos despertado con el escándalo de la gorrioncita, que Dios le cuide los pulmones que tiene, era una de gritos que no dejaba títere con cabeza, arrasaba con todos los oídos sensibles de los alrededores, y no tanto y recién se estaba en el clarear, como que aun el sol no había dejado las cobijas.

¿Qué nos deparará el día?, pues la semana estuvo de demasiados acontecimientos inesperados y que sobresaltaban.

Resultó que ayer tuve que salir y se me olvidó dejarles comida a todos estos inquilinos sin paga que andan por la casa y cuando regresé solo Coquita estaba muy quietecita, se ve que cansada de dar vueltas sin encontrar nada, entonces me acordé y le di de comer.

Al darse cuenta que ahí estaba, llegaron algunas otras, el Mandamás con la Despeinada  y su retoño, (esto es otra historia que la dejo para otro día), que también me tienen los movimientos bien controlados, pero como ya se estaba haciendo la noche, el sol se perdía en el horizonte, la mayor parte se habían retirado o al darse cuenta que no había nada decidieron ir a buscar algo de comer antes de retirarse a sus nidos.

*

*

Me imagino que fue un gran descoloque para todos, habituados a que llegan a una hora y tienen que comer, más en este momento que andan de cría y sus retoños quieren ser servidos de inmediato.

La culpa del olvido, indudablemente ha de haber sido por la Luna en Géminis, ese signo bipolar y esa dueña del cielo que si bien fue hermoso su aparición, en una figura deslumbrante con un planeta que la acompañaba a su lado, no sé si Júpiter o Venus o Mercurio o alguno de ellos, eso si, trae con ella un ánimo muy fluctuante .

Fui rápidamente y les di algo de comer para que frenara esa estridencia sin cadencia que emitía el dulce y tierno piquito de «esa fémina alada», los padres que ya la miran con cara de resignación enseguida bajaron y le subieron unos granos para calmar sus nervios y el de todos los que los rodean.

Sin embargo, el escándalo siguió, parece que señalaba a la jornada, rompía con la monotonía de los días silenciosos, tranquilos, más con el calor que está haciendo que derrite todo lo que toca y para colmo la Luna Nueva en Géminis que no trajo buenas noticias, por el contrario, acontecimientos inesperados que hacen sobresaltar a quien sea y por otro, dentro de su bipolaridad, resoluciones insospechadas, la acompañan.

Estaba muy en paz, disfrutando ese remanso del mediodía tirada en el suelo para poder sobrellevar estas olas de calor que según me dijeron, «ya se cuentan los muertos» que han ocasionado, haciendo respiraciones después de haberme dado una enjuagada, esperando un regalo de los Cielos, con mucha fe, que una mini brisa acariciara mi piel.

Cuando el Cielo me tenía preparado una ocurrencia impensable, muy diferente a lo aguardado, de repente, sin anestesia un gran desconcierto se desató, que me hizo saltar en mi inocencia:

– PA PA PA PAAAAAAAA, PA PA PA PAAAAAA, PLASH, PLASH, PLASH, TUTUTUUUUU, PLASH, PLASH

-¿Qué es esto que rompe la paz y el silencio y no se espera?- le pregunté a mi misma que se había refugiado en la caverna interna para no vivir las inclemencias de los tiempos.

-¿Para qué esperas algo?-me dijo sin inmutarse- el que espera desespera, bien lo sabes, sin embargo, han adiestrado muy cuidadosamente tu cerebro en ello y a tu ánimo para que  tu ser reaccione bien o mal, favorable o desfavorable de acuerdo a lo de afuera, en vez de mirar un poco al adentro. Bien dice ese cuento que tanto te repites, «El silencio no es la ausencia de sonido, sino la ausencia de ego.», empieza a ponerlo en práctica- sin más se volvió a acomodar muy confortable y enmudeció.

Me quedé con la boca abierta frente a su respuesta, oyendo como a la trompeta, los  platillos se iban uniendo muchos otros instrumentos musicales que sonaban con mucha alegría, ¡era una banda!, imprescindibles en estos momentos, de acuerdo a los acontecimientos que se venían dando.

*

Foto tomada de internet. BANDA DE MÚSICA

Había llegado a la comida que se estaba realizando en una casa vecina para celebrar el que se había puesto la cruz en la tumba de un familiar fallecido, después de realizar el novenario en el cual todas las noches se juntaban, para acompañar el momento y entre rezos, cantos y consuelos iban pasando las jornadas, en la última había llegado la cruz que se iba a sustituir por la de cal que había que levantar.

El copal impregnó la noche, y fue penetrando en las casas vecinas como un bálsamo para el instante, al otro día todos acudieron al cementerio donde se la depositó y de regreso se congregaban para la comida.

El copal y los cantos, hacen que recordemos que nadie sabe con certeza el día ni la hora de su muerte y que debemos esforzarnos, día a día, por ser mejores.

*

FOTO TOMADA DE INTERNET- COPAL QUEMANDO EN COPALERA

Dicen que el  novenario recuerda una creencia del mundo prehispánico; donde se decía que para el difunto en el noveno día –después de la muerte– era más fácil pasar de la tierra al cielo, luego de la conquista se unió el ritual católico a ello y se le ve como una ayuda para que Dios perdone los pecados del mortal y le dé un lugar junto a él.

«Cuando alguien moría, lo envolvían en un petate, quemaban el cuerpo y llevaban las cenizas a su casa para hacer con ellas una cruz en el suelo.

Recordando que el sol, que era su Dios más importante, camina de Oriente a Poniente y los hombres de Norte a Sur.

Las cenizas se levantaban el noveno día –cuando el difunto llegaba a su destino– para llevarlas a enterrar.»

Hoy en día, se realiza la cruz con cal o tierra. Cuando se levanta es un acto simbólico que indica que se están recogiendo los pasos del difunto, una de las líneas de la cruz señala las de él y la otra son los pasos de Dios.

*

FOTO TOMADA DE INTERNET. CRUZ DE CAL Y PETALOS

«Al encontrarse la una con la otra, reconocemos que la muerte es el encuentro de los pasos de Dios y del hombre.»

La banda siguió por más de media hora con un sonido ensordecedor que repercutía por todas las paredes, haciendo vibrar la casa, más allá estaba tranquila, había escuchado las sabias palabras de mi misma y seguía en la mía.

En un instante, como si un milagro hubiera acaecido, tornó el silencio, el cual no duró mucho tiempo, ¡cómo se podría ser tan ingenuo para imaginar eso!.

Otro de los pequeños alados llegó y comenzó emulando a la música a sacar para afuera su «belle canto», como tenor desafinado, que poco a poco se empezaron a tornar gritos desesperados, clamando para que sus padres se conmovieran y llegaran a alimentarlo.

Llegó otro volando y se paró junto a él en el fierro desplegado, un gran suspiro nació de mi interior, «ya se calma me dije» y no fue así, juntos hicieron un dúo de  lamentos sin consuelo, eran hermanos.

*

*

Eso sí, muy prontamente se acercaron los padres y ellos volando se fueron a las otras varillas donde moviendo las alas mostraban la necesidad imperiosa de que los atendieran.

El cielo tenía guardado otro acontecimiento, para dar la sorpresa y caer del otro lado del extremo, también sin previo aviso, sin que nada anunciara que podía suceder.

Se coronó de nubes blancas, muy blancas y de adentro de ellas brotaron los más hermosos rayos crepusculares, esa escalera hacia él, esos rayos de Dios o sus dedos, maravillosa visión, que nos señalaba que en las alturas se encuentra la gran cocina de todos los eventos, un regalo imprevisible para cerrar el día.

*

*

Sin lugar a dudas, era los influjos fluctuantes de la Luna en Géminis, que no se pueden desconocer, que nos advertían y nos preparaban para que recibiéramos sin más, todo aquello que sobrevendría en estos días y en los por venir.

MÉXICO

JUNIO 2023

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11 comentarios en “CRÓNICAS DESDE EL PATIO: LA LUNA EN GÉMINIS

  1. Themis, hola!
    Es tan bonita la manera en que dibujas, haces un cuadro de lo vivido, que es una prosa poética única. Me encanta todo lo que hago contigo (perdón, me siento parte, tú lo logras).
    No creo que a las aladas las hayas vuelto perezosas, prefiero pensar que saben que hay quien las ama muchísimo.

    (Ya no he visto mis comentarios, pero con que los veas tú es suficiente. Son caprichitos cibernéticos).

    Un abrazo la mar de grande 🌹

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    1. Hola Maty, gracias por lo que me dices y que te vengas a acompañarme en el patio, en el monte, por el pueblo, saber que ahí andas dando vueltas es algo que emociona.
      Las aladas son bien hermosas, muestran la vida compañera desde que se amanece.
      No sé por qué no ves los comentarios pues si están, respondo a todos los que lo hacen, pues es una gran alegría encontrarse con ellos, que también hay que festejar.
      No me olvido de tí, abrazo grande

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  2. Hola Themis, pues vaya revuelo el de esta luna traviesa. Ya no dejes sin comer a tus inquilinos jajaja aunque creo que ya los hiciste flojitos. Muy interesante lo de la cruz en el suelo y lo del novenario, no conocía esos detalles. Te dejo saludos.

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    1. Otra que flojos, están a la espera, sobre todo algunos de ellos, que saben que en algún momento les llegará la comida, pues me daré cuenta y si no son insistentes se hacen notar.
      Si por eso es muy importante hacer el novenario pues es una forma de ir preparando al alma para que siga el camino, y para el que queda ir elaborando el duelo y la no presencia con todo los preparativos a los cuales hay que volcarse. Abrazo grande y gracias por tus palabras

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  3. ¡Hola, Themis! Qué buenas reflexiones haces en este texto, acompañadas de un poco de humor en el episodio de la <<fémina alada>>, muy bueno, y con frases sentenciosas estupendas: «El silencio no es la ausencia de sonido, sino la ausencia de ego.» Me ha gustado mucho.
    Un abrazo. 🙂

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    1. Hola Merche, gracias por tu comentario, el humor hace que uno acomode las experiencias de una manera más alivianada y este patio y las cosas que a veces suceden, justamente llevan a que amerite que ese sentido se realce. Te mando un abrazo grande

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  4. Qué hermosa historia la vivida, Themis! Parece que hubiera estado allí escuchando la banda, esos pájaros, ese cielo, las canciones, las oraciones, la vida llena de ritos y costumbres. Muy hermoso todo, vivencias humanas, intensas, sobrenaturales… Un abrazo fuerte, amiga.

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