El DÍA EN QUE LAS CALLES SE VISTEN CON ÉL

Bajé del camioncito, como se le dice en México al autobús, rumbo al centro de Tehuacán. Al tomar la gran avenida de los árboles ancianos como me gusta llamarle, que muestra una hermosa y pequeña zona verde, que si algo he de reconocer de esta ciudad es que cada día en muchas de sus calles, donde la pavimentación lo ha permitido han sembrado, arbolitos y otras plantas, sobre todo de flores y han crecido hermosas dando no solo un decorado y pequeños pulmoncitos de oxigenación a la ciudad, sino además la están llenando de vida, y de sombra, pues hace unos cuantos años parecía un lugar muy lúgubre, muy gris a pesar de esa luz del sol quemante que caía sobre ella, que achicharraba.

Tomé esa avenida y veo que en el otro extremo de la cuadra una serie de toldos rojos, una pequeña feria de esas que se arman cuando se espera la llegada de alguna ocasión para las ventas, la Navidad, el Día del Grito, la Revolución Mexicana, Día de Muertos, y muchas otras que ya no me acuerdo.

Al llegar veo que están los pequeños localitos llenos de Niños Dioses y de todo lo que se usa para él en esta fecha, ahí caigo que estamos cerca  de que llegue el 2 de febrero, el Día de la Candelaria.

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Ese día indica el término del ciclo de la Navidad, se han cumplido 40 días desde el nacimiento del Niño Dios y por lo tanto, según las creencias antiguas, el tiempo en que la Virgen quedó confinada, por eso es día de purificación de las parturientas.

Voy caminando y me acerco a ella, siempre me llamaron la atención esas figuras, los atuendos con los cuales se le viste, el hecho que tengan madrinas, que se le hagan ceremonias, se los vista, que ese día se le cambie de atavío de acuerdo a los años que tiene.

Según la regla que se maneja es que el primer año, el niño Dios sea vestido de blanco, el segundo como Niño de las Palomas, y para el tercer año, puede ser de cualquier santo o representación, aunque recomiendan que sea del Santo Niño de Atocha, pero todo dependerá de las necesidades de las familias.

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Aunque el ingenio mexicano ha hecho que cada año vaya cambiando su indumentaria, como en el Niño Dios Covid, debido a la pandemia que se volvió uno de los más vendidos, vestido de blanco, con cubrebocas, careta y gel.

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FOTO TOMADA DE INTERNET

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Otra de las vestimentas más demandadas en algunos lugares, es la del Niño Dios Huachicolero, que consta de camisa a cuadros azul marino, pantalón y gorra del mismo color, acompañada de una manguera y un garrafón.

En México, se llama huachicolero a la persona que se dedica al robo y venta ilegal de combustible (gasolina o diésel) el cual se extrae directamente de los ductos que lo transportan y también, de bebidas alcohólicas adulteradas.

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FOTO TOMADA DE INTERNET

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Entre los modelos que también son muy pedidos están el Niño Dios Estilista, el Niño Dios Chef, el Niño Dios Doctor y el Niño Dios Mesero y también no puede faltar el futbolista.

En la Nochebuena la familia reunida lo arrullan, muchas veces en representación de él se toma a unos de los niños pequeños, se le canta, se hace una oración y luego la madrina o padrino acuesta al Niño Dios en el pesebre.

El Día de la Candelaria es cuando se acostumbra a vestir con los nuevos ropajes al Niñito, que quien lo apadrina se encargó de traer, al igual que los dulces que se comparten, para luego llevarlo al templo para ser bendecido, como hizo María con Jesús que a los cuarenta días después del alumbramiento lo llevó a presentar. Se levanta el nacimiento montado para guardarlo hasta el próximo año.

También este día se vuelve un festejo, ya que cuando se cortó la Rosca de Reyes en enero, dentro de ella estaban escondidos los niños que a quien les toque tiene que invitar a una tamalada y atole a todos los presentes.

Es uno de los días que la venta de tamales se desata, pues hasta en los trabajos, escuelas, familias y en muchos ámbitos las personas se reúnen para festejar el momento.

El Día de la Candelaria se vuelven a reunir los amigos y familiares que cortaron la Rosca de Reyes y se ofrecen tamales y atole.

Es también el día en que se acostumbra levantar al Niño Dios, a la par que se guardaban las figuras del Nacimiento hasta diciembre. Esto debido a que la costumbre era mantener el pesebre y las luces hasta este día.

También se llevan velas a bendecir pues ellas van a proteger a los poseedores contra tempestades de todo tipo.

Fray Toribio de Motolinia decía en 1541: “En la fiesta de la Purificación y Candelaria traen sus candelas a bendecir, y después que con ellas han andado la procesión, tienen en mucho lo que les sobra, y guárdanlo para las grandes enfermedades, truenos y rayos, y para otras necesidades”.

Seguí caminando y veía que por todas partes estaba el Niño Dios, un lugar que me llamó mucho la atención, fue en donde estaba rodeado de disfraces de enmascarados.

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Recuerdo que la primera vez que me acerqué a un Niño Dios, ya llevaba unos buenos años en México y realmente nunca me había llamado la atención lo que se hacían con él y en mi país de origen realmente no se celebraban esos momentos y si se hacían era no era tan notorio como en el de acogida.

Un día al lugar en donde trabajaba, llegó uno de ellos como refugiado, fue el primero que tuve entre mis manos y que lo miré de cerca, recuerdo que me encantó su carita, su dulzura, era muy hermoso.

Había llegado pues en la casa donde vivía ya no era más aceptado por uno de los integrantes que se había convertido a otra religión, en donde adorar imágenes era inaceptable, siguiendo la creencia musulmana, que comparte también en judaísmo y el cristianismo de que Dios es creador, por lo tanto no hay que pintarlo, ni representarlo.

El pobrecillo llegó, muy bien envuelto, cubierto mostrando su carita y sus grandes ojos, fue admitido y cobijado, durante muchos años compartió el espacio, hasta que un día regresó a su antiguo lugar.

Así fue cómo me empecé a fijar en él, más allá que nunca participe en uno de los eventos de su bendición.

Otra de las cosas que se me aparecían por todas partes, indispensable para ponerlo, es su sillita ya fueran doradas o más sencillas de madera.

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Más allá que la mayoría de las fechas católicas festejadas en México con gran pompa, en donde la mayor parte del pueblo se vuelcan a ella y se expanden entre creyentes y no, generalmente esconden algo detrás, están tapando un evento prehispánico, como es en este caso el inicio del año de los antiguos mexicanos.

Habían pasado los cinco días «nemontemi», cinco días baldíos, dentro del calendario mexica que……..mejor se los dejo para contárselos en una próxima entrada, donde también estará la Diosa Iemanjá, que si bien no se celebra en México si se hace en el Caribe y en el sur del continente americano y también tuvo que ser mimetizada para no ser erradicada, ya que era festejada por los esclavos africanos.

CONTINUARÁ…

MÉXICO

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Agradezco las fotos tomadas de internet

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