«A menudo, los arcoíris más brillantes siguen a las tormentas más oscuras». – Anónimo
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Salí y ahí lo vi en un cielo nuboso, gris, que había estado por momentos descargando su peso de agua.
Todo da vuelta, se va para regresar, así pasó con el arcoíris, volvió su tiempo, agosto es el mes en donde a veces luce en el cielo. Tenue sin estar bien marcado, sin mostrar sus colores relucientes.
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Ahora que llegó su momento apareció, sin embargo esta vez dio una sorpresa, se presentó tan colorido y mostrando claramente su arco, una maravilla admirarlo, de esas que dan sosiego al alma, que la hunden en el embeleso, en esos instantes en donde se detiene el tiempo, el pensamiento y el asombro se hacen eco y nos van metiendo muy adentro en ese lugar en donde comienza el conocimiento y la filosofía de este estar en esta vida, que por más que hay veces que parece hostigarnos, también nos regala estos instantes de encanto para liberarnos sin darnos cuenta de nosotros mismos y nuestras tormentas.
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Ese «nosotros mismos» que atesoramos sin saber a ciencia cabal si realmente habla de uno o del sistema de creencias, pensamientos, prejuicios, tabúes, enseñanzas marcadas a fuego y nos convence que a ese es al que hay que serle fiel, haciéndonos creer que es la naturaleza de la esencia quien nos habla.
Me quedé por un muy buen rato sentada en los escalones mirando como poco a poco se desvanecía, como la luz comenzaba a resplandecer, así el cielo tiñó el alrededor con el color dorado del Hermano Sol.
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Mágicos instantes, donde el ser se enternece, da cuenta que por más obscuro que todo se vuelva, tarde o temprano el telón se correrá y una nueva escenografía emergerá de esas tinieblas para mostrarnos que: «esto también pasará».
MÉXICO
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MÉXICO
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GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!


Precioso, Themis.
Esperemos sea un presagio de tiempos mejores.
Abrazo grande
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Sería muy bueno que modere un poco la situación, como se ha ido presentando vino acompañado de muchas tormentas y huracanes, por un lado se necesita el agua por la sequía pero también hay muchas inundaciones. Qué logre el equilibrio perfecto.
Gracias Eva, un abrazo grande
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Pasan los peores momentos para que vengan unos que saquen brillo a la existencia. El sol y la lluvia que son grandes maestros. Un abrazo.
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Así es Carlos, si no fuera así no podríamos comparar y ver las diferencias, más allá que el que sea tendría que ser vivido de igual manera.
Esos maestros que juntos nos regalan una maravilla, gracias, un abrazo
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