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LOS QUE NOS MUESTRAN EL CIELO: «NADA ES PARA SIEMPRE» (9)

TORTOLITLÁN*

Estábamos pasando por esos momentos en donde no se podía creer, todo transcurría en una paz como hacía tiempo no se alcanzaba en este patio, esa que nace del equilibrio donde nos encontramos con la armonía y todo es un remanso.

Me recordaba a Pepperland esa tierra amante de la música la que se presenta en la película  «El submarino amarillo» de los Beatles, al comienzo donde todo era manejado por el amor a las bellas notas, los niños jugaban en las plazas, la gente caminaba, los pajaritos volaban, las flores refulgían con sus colores, la felicidad irradiaba hasta que de la nada aparecieron los Blue Meanies, los malvados azules, que odiaban la música y convertían lo que tocaran en ese color, aquí no fueron los azules sino los grises los que llegaron a acabar con ese ensueño que se estaba instaurando.

 

AQUÍ LES VA LA HISTORIA

 

Ya llevábamos algunos días desde que había llegado Pluma Café, que parecía que había sido enviado para poner un estate quieto a esos dos pelioneros, Coquita y el Manda Más que sin ya saber por qué seguían con una guerra sin sentido, más allá que su llegada fue como quién dijera de un gandallismo que por estos lares no se veía, él lo que había hecho era quedarse con la parte del patio donde  ponía la comida y desplazar a todos los demás para donde pudieran.

Así el primer grupo de desplazados llegó al laberinto de Coquita y se detuvo junto a él, mientras los demás aun no aceptaban el perder su espacio y todavía insistían en quedarse, más allá que el gran gañán les mostraba de qué podía ser capaz y se les iba encima apenas osaban atravezar su territorio.

 

 

Así comenzó la movilización y la comunidad uno a uno se refugió alrededor de la planta de frijol, donde podían pasar ratos todos tranquilos a veces comiendo y otras descansando, pues ahí no perturbaban a Pluma Café en su feudo.

 

 

Pluma Café mientras custodiaba su pedazo de territorio invadido con paso enérgico y firme, sin permitir que nadie se acercara a él, había veces que a su propia compañera corría, más allá que cuando se daba cuenta la dejaba que con él estuviera pues con eso que la pobre no lo podía dejar ya que su unión era para toda la vida y se respetaban las reglas, ahí ella esperaba que la reconociera.

 

 

Ese día en especial todo deslumbraba, la concordia florecía, ahí estaban algunas ubicadas en el muro acicalándose con total tranquilidad

 

 

Otras haciéndose arrumacos para demostrar todo el amor que dentro de ellas había.

 

 

La Intrusa, siempre sola pues no lo sé si es viuda o soltera, ni siquiera si es macho o hembra, ella no tiene compañera, ahí estaba esta vez no con su mirada perdida mirando a la «masnada» sino atenta a los movimientos de ese ser tan demente que los había conquistado, tal vez sin entender mucho como uno solo podía con todos más allá que era normal que esto sucediera en muchos grupos, tal vez el miedo o la falta de unión eran los consejeros que no permitían realizar ninguna acción, sin embargo este es otro tema que no es el que se iba a tratar.

 

 

Otros simplemente disfrutaban de la calma, ya que hacía tanto tiempo que no existía y se vivía con el corazón en la boca esperando las persecuciones que había que aprovechar.

 

 

y otros del fresco que la planta de frijol regalaba.

 

 

La compañera de Pluma Café, que no estaba de ningún lado, ella como que se abstenía, eso de entrar en las peleas del poder no era para ella, pues sabía que en donde ella estaba siempre saldría perdiendo en cierta forma, para ese mundo no era nada y para colmo era hembra, así que prefería quedarse en ese lugarcito que había encontrado en el cual podía columpiarse y con ello desarrollar su meditación en movimiento y olvidarse de los pleitos y hacer su vida como ella quisiera, sin importarle lo que su «marido» hacía.

 

 

La imagen de Tortolitlán se veía como postal, nada podía perturbar ese encantador reencuentro entre todos esos seres y ese haber llegado a un entendimiento, donde unos y otros parecían que coincidían y habían encontrado su lugar.

¡Oh! momento sublime, de esos que hay pocos en esta vida, donde el paraíso se había instalado en la tierra aunque ahí estuviera algo como siempre mostrando la mancha en los acontecimientos y no permitiendo que la felicidad se extendiera por todo el territorio.

Era entendible, era fuerte y como quien dijera no tenía muy bien puestos sus cables en la cabeza, por otro lado de repente se iba y tardaba uno días en regresar en esos momentos se aplicaba ese refrán de que «cuando el gato se va los ratones están de fiesta».

Más allá de ese inconveniente daba alegría de ver el acuerdo alcanzado en esta Tierra promisoria.

Estaba contemplando el panorama, rodeada de todos esos seres alados con los que me habían mandado a compartir mi vida y decidí ponerles la comida ya que era la hora de que lo hiciera.

Me levanté y empecé a regarla como hace el campesino cuando va sembrando el surco abierto, un poquito por aquí otro por allá, separado para que todos tuvieran suficiente espacio para comer y no pelear, incluyendo a Pluma Café, para que no se moviera de su territorio y no retornara a la lucha.

Cuando de repente se escuchó un batido de alas mucho más fuerte que los acostumbrados, parecía que un ejército alado se acercaba y en unos segundos sin esperarlo, que a todos tomó por sorpresa, con eso que cuando las cosas funcionan bien nadie está en alerta, como que se aletarga pues piensa que no es necesario estar de vigilancia, una horda se fue contra los habitantes, se abalanzó contra todos los que allí estaban, incluido  Pluma Café, en un instante todos se fueron volando despavoridos, y los recién llegados ocuparon su sitio.

En unos segundos acabaron de comerse todo y se subieron al muro, donde se quedaron, esperando pienso yo que se le sirviera más.

Ahí estuvieron un muy buen rato y como vieron que no tenían respuesta y la noche ya se acercaba decidieron irse.

 

 

Mientras me quedé con la boca abierta, ¿qué había sido eso?, ¿de dónde había aparecido esa pandilla?, que de verdad era pleitera, agresiva y no respetaba nada, cada vez los niveles de violencia se iban agudizando, sin lugar a dudas acompasaba al mundo que no estaba en su sano juicio.

Así andan las cosas por estos lados, y será muy difícil ir por los Beatles para que logren con su música dominar a los Grey Meanies pues no son Blue, a ver para donde va esto ahora pues cada día que pasa el guión toma derroteros inesperados, que no se sabe cuál será el paso que siga.

Por ahora los antiguos y tiernos comensales han desaparecido, llevan días sin llegar o lo hacen a escondidas, solo los Malvados Grises se aventuran y ciernen su aspecto lúgubre por todo el lugar.

 

¿Qué pasará ahora?, ¿qué será lo que sucederá?,  ¿quién nos podrá salvar?….. solo hay que esperar al próximo capítulo y a la sorpresa que la Vida nos depare.

 

MÉXICO

 

*El sufijo nahuatl  -tlan significa lugar cercano a donde hay abundancia de…..

En el caso presente Tortolitlán, lugar de Tórtolas.

 

 

CONTINUARÁN….

los reportes desde el patio, próxima entrega saber cuándo.

 

Si quieres enterarte de los capítulos anteriores en el MUNDO DE LOS ALADOS aquí te los dejo.

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO (1)

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO (2)

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO (3)

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO: LA LUCHA POR EL PODER (4)

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO: El nuevo visitante (5)

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO: Las nuevas contiendas (6)

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO: PLUMA CAFÉ (7)

LOS QUE MUESTRAN EL CIELO: LA DUEÑA DEL LABERINTO (8)

 

 

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6 comentarios en “LOS QUE NOS MUESTRAN EL CIELO: «NADA ES PARA SIEMPRE» (9)

  1. como siempre muy frescos textos

    El jue., 8 oct. 2020 a las 11:36, BLOG DE THEMIS… () escribió:

    > themis t. posted: » TORTOLITLÁN* Estábamos pasando por esos momentos en > donde no se podía creer, todo transcurría en una paz como hacía tiempo no > se alcanzaba en este patio, esa que nace del equilibrio donde nos > encontramos con la armonía y todo es un remanso. Me recor» >

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  2. A ver si resulta que la intrusa no era tal y sí una espía contumaz, de avanzada calibrando las fuerzas necesarias para proceder a la ocupación real del territorio.
    En este Tlan se acabó la paz cuando llego el divide y vencerás.
    Que algo terrible va a pasar, se palpa en el ambiente.
    Un abrazo.

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    1. Hay que ver Carlos pues ahora puede surgir cualquier cosa con eso que el guionista está medio majareta parece y se saca ases de la manga. Eso sí no se pierde la esperanza de que los antiguos habitantes den un cambio y con ello se aleje los malvados grises, aún faltan algunos capítulos de este drama que se cierne en mi patio en tiempo de pandemia. Un abrazo

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  3. Huy, Themis, que te ha llegado la mafia a los tejados.
    Ahora las peleas de los primeros te van a parecer cosas de niños. Dan un poco de miedo pero es muy interesante ver cómo ha ido evolucionando todo y lo cuentas muy ameno.
    Cuidado con los grises!!
    Un abrazo

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