¿Quién es el que anda aquí?
¡Es Cri-Crí! ¡Es Cri-Crí!
¿Y quién es ese señor?
¡ EL Grillo Cantor!
En esta casa en donde vivo ahora en mi retiro por la pandemia del coronavirus, pues aquí me agarró y aquí me quedé, más allá que no tiene ventanas y es algo que realmente extraño, como en la otra, la de la montaña, donde se podía mirar al cielo y parecía que uno vivía en él.
En esta es lo contrario, aquí todo es muy terrestre, da a una callejón limitado por casas y paredes, la visión es encerrada y poco permite el abrirse al espacio sin conclusiones sin nada que detenga el perder la mirada en la vastedad, aquí el horizonte no existe, más allá hay un patio y en él se puede divisar un espacio de cielo que se tiñe por las tardes de los más hermosos colores cuando el hermano Sol parte a los confines del mundo para mostrarse a otros que igual que yo están encerrados y saludarlos para que el día tenga un poco de alegría y los bendiga con un nuevo despertar.
La cocina está afuera en el patio, en un pequeño techito que tiene. Allí es donde preparo los sagrados alimentos sin ninguna ventana cercana, de ahí observo en el día al mini huerto cómo crece y en la noche desde el primer día que llegué a ella hace ya un tiempo, los Cri Crí fueron mi compañía.
Yo estaba cortando la cebolla, el ajo, el perejil, el epazote, el cilantro para realizar un sofrito que contiene muchas vitaminas y minerales, para acompañar y darle un sabor especial a unos champiñones con setas cuando de repente sobre la tabla apareció un pequeño animalito, ansioso, con unas largas antenas, que se movía para todas partes sin poderse quedar quieto, saltaba para un lado, para otro.
Dejé de hacer lo que estaba haciendo y me puse a observarlo y como ya es parte de mí, preguntarle:
-¿Qué haces aquí?- pues con eso que se atravesaba corría el peligro que en un descuido quedara occiso, sin embargo ni en cuenta, yo no existía.
De repente por un borde de la tabla se apareció otro, que con el mismo gesto del anterior se puso a perseguirlo como si estuvieran en un gran juego, donde iban y venían, se encontraban de repente, huían hacia la otra esquina, para volver a aparecer.
-Bichos, bichos, escuchen sálganse de aquí, no ven que es peligroso- más allá seguí sin existir.
Así que con toda la paciencia del mundo me quedé contemplándolos en esa persecución digna de una película de Hollywood del Reino de los Insectos, donde el juego tal vez de cortejo se volvía una acción para mí como si estuviera viendo un partido de pimpon sin pelotita sino que ellos con sus saltos la imitaban y me sentía mirando para un lado, mirando para el otro, lo que me trajo a la memoria aquella canción de «Miranda y Mirón» de María Elena Walsh, donde una pareja de lechuzas están viendo un partido y movían la cabeza como si estuvieran diciendo «…que no, que no, que no», así me sentía yo.
Hasta que uno de ellos en un esbelto salto en caída libre se bajó de la tabla y siguió su loca carrera en el suelo acompañado detrás de su compañero o compañera, que no titubeó en lanzarse al vacío, mostrando también su destreza.
Por fin, se fueron y pude terminar de preparar el alimento, mientras ellos correteaban , para un lado, para otro, subiéndose encima mío, como si fueran los dueños de todo lo que allí había.
Por mucho tiempo estuvieron en la vuelta, en las noches cuando me ponía a cocinar aparecían como traídos por esa magia que el momento abría, tenía que cuidarme al pararme pues como andaban cerca de mi zapato dando vueltas temía en algún momento pisarlos.
Difíciles de fotografiar pues son eléctricos, saltarines, parecen estar en un constante despliegue de ansia, de movimiento incesante.
Pasó el tiempo y se invadió el lugar de toda su descendencia, que desde diminutos brincan y corren, sin sentido aparente de a dónde se dirigen, pues en un instante pueden dar una vuelta veloz y salir hacia el otro extremo, eso sí, le dan su cuota de vértigo a la noche tranquila y mansa de esta zona del desierto.
Ahora montones de grillos revolotean por todas partes, libres, unos cantan y otros corren.
Uno de ellos se metió en la casa y ahí se quedó. En las noches canta y canta con su voz melodiosa, a veces un poco aguda que chirría en los oídos, sin embargo trae consigo la paz del monte, de los puntos abiertos, de la Vida en lo natural, lo cual agradezco y es una bendición para estos días en que hay que estar metido dentro en la compañía de uno mismo entre paredes de bloques.
Son los grillitos cantores que en estas noches primaverales bajo un cielo cubierto de estrellas que nos cobija a todos y la luna que por él se pasea, cuando salgo a cocinar, andan brincando por el patio, se suben a mi tabla, como saludando y llenando el espacio con un sano regocijo donde su compañía se vuelve una alegría para ser vivida, una esperanza de futuro y regalan algo fundamental: Vida.
MÉXICO
Letra de Cri Cri de:
«Francisco Gabilondo Soler, también conocido como Cri Cri, fue un cantautor mexicano de música infantil, famoso por presentar durante muchos años un programa de radio enfocado a los niños, para el cual creó al personaje Cri Cri, el grillito cantor». Wikipedia
Aquí los dejo con la música de «Miranda y Mirón»
«María Elena Walsh fue una poetisa, escritora, cantautora, dramaturga y compositora argentina, considerada como «mito viviente, prócer cultural y blasón de casi todas las infancias»». Wikipedia
Espero que les de unos momentos de alegría escucharla.
DESDE EL RETIRO: EL MINI HUERTO
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GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!
💚💚💚Un gusto leerte.
Besitos
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Gracias Esperanza, que pases bonito
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Crecí escuchando la música de Cri Cri
Era bonito despertar por las mañanas y escuchar ese tipo de canciones tan animadoras. Una época preciosa.
Y tu historia también.
Los detalles que uno presta atención a esos pequeños insectos. Que no necesitas salir a buscar historias. Pues tienes muchas si tan solo observas.
Me ha encantado leerte.
Cuídate mucho
Gracias te mando un fuerte abrazo.
Mis saludos.
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Gracias Esperanza, Crí Cri todo un personaje de los niños, a cuántas generaciones alegró con sus canciones, cuántos bailes en las escuelas no se hicieron con su música, un gran referente de aquella época.
Un gran abrazo y tu también cuídate mucho
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Cuando era un niño escuchaba un disco de un grupo de niños llamado los Cri Cri, hasta ahora se que ese nombre es de un grillo, gracias
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Así es, es el personaje de un grillo muy famoso en México, creo que la mayor parte de los niños se criaron con sus canciones, qué bueno que ya sabes de donde salió ese nombre, te mando un abrazo grande
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Qué bonitas son las cosas que cuentas!
Siento que no tengas ventana, con lo que a ti te gustan.
En el árbol que tengo delante de casa, es una acacia de ciudad, vive un grillo en verano. Me alegra mucho poderlo escuchar.
Un abrazo, Themis
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Sí, bueno la que hay da a la calle, no es lo mismo.
Así que también tienes un cri cri cantor que te endulza las nochecitas de calor, escucharlo te lleva a otro espacio, te da calma, Un abrazo grandote
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La compañía que combate la soledad arriba a nuestra vida desde lo más natural. Hoy un gato desde lo alto del tejado, contaba estupefacto las vueltas que daba alrededor de la casa. Un abrazo.
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Qué bueno lo del gato!, así es, en lo natural no te ha de faltar una compañia, que te ayude a sobrellevar y te alegre el momento. Un abrazo
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