“… Es virtualmente imposible que, después de varios tangos, dos cuerpos no empiecen a conocerse. En esa sabiduría, en ese desarrollo del contacto se diferencia el tango de otros pasos de baile que mantienen a los bailarines alejados entre sí o sólo les permiten roces fugaces que no hacen historia. El abrazo del tango es sobre todo comunicación, y si hubiera que adjetivarla diría comunicación erótica, un prólogo del cuerpo-a-cuerpo que luego vendrá, o no, pero que en ese tramo figura en los bailarines como proyecto verosímil. Y cuanto mejor se lleve en el baile la pareja, cuanto mejor se amolde un cuerpo al otro, cuanto mejor se correspondan el hueso del uno con la tierna carne de la otra, más patente se hará la condición erótica de una danza que comenzó siendo bailada por rameras y cafishios del novecientos y que sigue siendo bailada por el cafishio y la ramera que unos y otras llevamos dormidos en algún rincón de las respectivas almitas y que despiertan alborozados y vibrantes cuando empiezan a sonar los acordes de El Choclo o Rodríguez Peña…”*
Del libro de Mario Benedetti “La borra del café” (1992)
CUANDO LA ESCUELA BAILA
Había una Milonga en la Escuela, por lo que llegué a darme cuenta, muy esperada por esos tangueros que se juntan en los diferentes eventos donde el tango es quien los congrega.
Se le llama Milonga al lugar en donde se reúnen a bailar, las hay en las calles, en las Plazas, en los lugares en donde se enseña tango, como en la Escuela, en el Teatro Solís emblema de Montevideo, un lugar hermoso, pequeño como todo en este país, no ostentoso, sin embargo una joya y que cuando comienza a llegar el calor o mejor dicho con la entrada de la Primavera, organiza todos los sábados las «Milongas al Mediodía» donde se hacen exhibiciones de tango y luego se abre el espacio para una milongueada a plena luz. En él fue en donde se celebró «La Gala Musical a los 100 Años de la Cumparsita» y se la ejecutó con tamboriles, pero eso es otra historia que algún día les contaré.

Venía del jardín, había estado escuchando y filmando un ensayo del Taller de Percusión, donde el repiquetear de los tamboriles estaba en todo su esplendor cobijados por una noche serena, que guardaba el silencio del alrededor para que dos ritmos que estaban compartiendo espacio, el candombe y el tango se sintieran dueños de expresarse.

Dos memorias bien orientales, convivían en un crepúsculo que se volvía de fiesta, una engalanando el jardín y la otra el salón más amplio de la casa.
El tango para su concepción toma prestado varios elementos de los ritmos afro orientales, entre ellos el candombe y la milonga, en una parte son las raíces primitivas, aquellas primeras que emparentaron a todos los que en esta Madre Tierra viven, sin importar para nada color, sexo, edad, capacidad, donde todos salimos de lo mismo, del mismo barro fuimos creados y replicados y al mismo barro regresaremos, no importa el color con el que nos pintaron. Así es la ley, desconocerla o no aceptarla no quiere decir que así no sea.
Caminamos hacia ello, hacia la unión de la diversidad que se cierne en este Planeta, hacia el respeto, la tolerancia y la creación en conjunto, para que no siga cada quien por su lado luchando porque le reconozcan tal o cual cosa, sino abrir un camino en conjunto, en donde no sean los detalles quienes legislen sino la abstracción que nos reúne a todos, la libertad de ser uno mismo en un mundo que cada día nos quiere dividir más en sectores de mercado y mostrarnos las diferencias.
En definitiva, ser lo que uno es, con todos los cambios que se van teniendo en el devenir y a medida que nos vamos conociendo a nosotros mismos, comportarse, vestirte, amar, caminar cómo uno se sienta, no hay que «pedir permiso para ser libre», el primer paso es aceptar a todos los demás como son, conocerlos y saber el alcance que puedan tener, pues la libertad no es querer hacer lo que se quiera, libertad es un compromiso, un compromiso con la Vida, respetando a todo lo demás como se quiere que lo respeten a uno, aunque no se esté de acuerdo, pues eso que se rechaza también convive en este Planeta, muchas veces en nosotros mismos y de lo cual no queremos tomar conciencia.
Dicen que Tangó le llamaban a los tambores que tocaban los negros traídos de África, dicen que el lugar en donde se hacían las danzas y el baile se le llamaba de la misma manera, por eso dicen que tal vez de ahí vino la palabra para denominarlo. Dicen que el tango, la milonga y el candombe, tienen raíces negras, aunque no trascendiera pues quien supo escribir la música que estos creaban fueron los blancos. Eso sí lo que no se puede desconocer es que es música de migrantes y que encierra huellas de muchos de los que a estas tierras llegaron por su voluntad u obligados, en un principio la conformaron, la enriquecieron y que a través de sus creaciones podían soltar las penas que los invadían.
El tango nace en los barrios bajos, muy pero muy bajos, de negros, mestizos, cafishios, (proxenetas), mujeres de «la vida alegre», lugares en donde no se tiene mucho que perder, donde se vive con intensidad, pues la vida pende de un hilo y lo que ofrece muchas veces deja mucho que desear. Donde lo instintivo está ahí nomás, tan cerca de nosotros mismos que no lo podemos desconocer, donde la sexualidad está a flor de piel, es ella quien hace sentirse verdaderamente vivos, que nos da unos momentos de gozo, más si en la atracción entre dos seres, el AMOR, anda de paseo.
El tango nunca fue un baile bien visto, al igual que el candombe por todas aquellas familias que se preciaban de ser «de bien», se le condenaba, tardó muchos años antes que se llegara a bailar en los salones y en las casas para que se pudiera escuchar y menos aún si se era mujer.
La vibración del tango resoplaba en el alrededor, me volví a asomar al salón, resplandecía, era un momento de encuentro, entre muchos que tenían un mismo interés, una misma búsqueda, una misma entrega, ahí había muchos tangueros, para los cuales el tango es su vida, su pasión, su modo de ver el mundo, de recrearlo, de sentirlo, de llevarlo dentro.

Las parejas conformadas por personas de diferente edad, muchas de ellas por algún compañero o compañera experimentado que introducía a los nuevos con total paciencia y satisfacción y otras ya más diestras, haciendo firuletes que embellecían la escena.
En la Escuela Esquinera, se lleva adelante el Taller de Danzas Populares donde el Tango, el Candombe y las Danzas Folklóricas son lo que se aprende a lo largo del año, los alumnos presentes en la milongueada, dejaban a la escuela muy bien parada.
Comencé a filmar, cuando de repente la protagonista del corto «Evocando al abuelo», que estábamos filmando con el equipo, se me apareció en el lente y ahí al ritmo de la música que invitaba a moverse, a dejarse llevar por ella, como una parte de ese disfrute que las parejas mostraban en cada movimiento, la empecé a seguir,`registrando todos sus pasos, fue mi primer «Detrás de Cámara» que nació espontáneo y que luego cuando tomé conciencia de ello en otros trabajos me hizo darme cuenta que me fascinaba el hacerlo, de esa manera fui dejando la huella de lo que era el ambiente y el sentir de una Milonga que ha todos seducía.

Dando vueltas con la cámara, caminando lentamente, fui introduciéndome entre los danzantes y me sentí impregnada por la magia del dos por cuatro que ahí dentro se trasmitía y embargaba a los presentes.
Aquí los dejo con un tango muy famoso por haberse llevado al cine, en su versión instrumental, para que disfruten una ínfima parte de lo que la Milonga fue.
» Por una cabeza» por Nicola Benedetti
https://www.youtube.com/results?search_query=milongueando+en+la+esquinera+themis+t.
«La gente de distintas partes del mundo podrá tener diferentes costumbres, idiomas extraños. Pero hay algo más hondo en común: la afinidad que nos da saber que todos somos miembros de la familia humana. Todos somos hermanos»
CARLOS GARDEL
* El Choclo y Rodríguez Peña son dos tangos famosos.
Montevideo
Uruguay
2017
Continuará….
“LAS CATRINAS EN MONTEVIDEO” Primera entrega
“DE VIAJE POR LA ESCUELA ESQUINERA” Segunda entrega
“UN SEÑOR MUY VIEJO CON UNAS ALAS ENORMES” Tercera entrega
“EL TALLER DE VESTUARIO” Cuarta entrega
“DETRÁS DE CÁMARA” Quinta entrega
«CUANDO JUGAR ES PRIORIDAD» Sexta entrega
«CUANDO LOS TAMBORILES HABLAN» Séptima entrega

Buena cita de comienzo y buen artículo, que me ha sumergido en esa música. Gracias y un abrazo de tango 😊🙌
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¡Qué bueno!, que te haya metido dentro, otro abrazo para tí
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Mario Benedetti no puede estar equivocado. Excelente artículo!
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Gracias Arpon, es muy cierto lo que dices, un abrazo
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Reblogueó esto en Espacio de Arpon Files.
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Es una entrada que contiene pensamientos importantes, y está tan bien escrito que sólo un tango le podía servir de epílogo. Muchas gracias Por compartirlo. Un abrazo.
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Gracias Carlos por tus palabras, me gusta mucho como la defines, un abrazo grande y un muy buen inicio de semana
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Me gusta mucho todo lo que dices, estamos hechos del mismo barro pero cada unos con nuestras diferencias. Y así debe ser.
El tango es un baile muy pasional, una maravilla verlo bailar.
Abrazo, Themis
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Gracias Eva, me alegra mucho que te haya gustado, las diferencias son las que nos enriquecen y nos abren caminos nuevos. Un abrazo grande y buen comienzo de semana
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