La guajolota en fuga
No nos había dado tiempo de leer un cuento con los niños, que vienen al Ranchito en México, donde tenemos un taller, lo cual habíamos dejado para otro momento, cuando escucho unos pasitos, era Sheila.
-¿Qué haces aquí?, ¿te escapaste?- le pregunté.
-¡Léeme un cuento!, aunque sea cortito- pues es loca por ellos.
Tomamos uno de la caja, cuando de repente se aparece Alonso.
-¿y tú?
-¡Léeme un cuento!, es que se escapó la guajolota y me mandaron a buscarla, ya la encontré está escondida atrás de un árbol, ¡léenos! un cuento y luego nos vamos-me dice.
El cielo se estaba cubriendo de nubes y se escuchaban los truenos en la lejanía, la tormenta que no esperábamos se estaba acercando.
Les leí un cuento sobre: «La Sonrisa de Luis», de Ziraldo ya que era el más cortito era uno de los que nos habían regalado y nos salimos los tres a buscar la guajolota, rogando porque no se hubiera cambiado de lugar. Allí estaba, ya se había echado, como para esperar la noche.

Mientras la lluvia se acercaba, se la escuchaba venir, como sólo en los lugares en donde el silencio impera, se puede percibir, como avanza metro a metro, con un sonido que va aumentando su intensidad, hasta que empiezan a caer las primeras gotas.
Alonso con su guajolota en brazos se para a mirarme y en el camino nos despedimos, cada quien para su casa, cuando Alonso me grita:
-Mañana vinimos, en la tarde porque tenemos escuela. ¡No te olvides!.
¡Cómo olvidarme!……..

El cielo se teñía con colores dorados naranjas daba una tonalidad a su alrededor que era para quedarse contemplando sus luces.

Regreso a la casa y ahí está la colibrí que se sobresalta y se va volando, me subo a una silla para poder ver cómo estaba el polluelo y me sorprende la velocidad con la que había crecido, ya ocupaba más lugar en su diminuto nido.

Una ternura de animalito, con sus grandes ojos abiertos que miraba al alrededor.

La tormenta se avecinaba, los truenos hacían cimbrar el bosque, el viento se desata y…. ¿será que dé tiempo a limpiar el riachuelo antes que se llene de agua?. Gran incógnita. ¿Será hoy el día que nazca?
Me voy al fogón a preparar mi comida-cena, antes que la noche se apodere del lugar, que la tormenta si llega se desate, pues ya van varias que como dicen aquí siguen su camino, sin derramar más que unas pocas gotas, cosa que todos en la región están esperando pues los pozos se están secando y el agua a las casas casi no llega. Es otra historia para contar el problema con el agua, otro día tal vez otro día se las cuente.
Y……………………………………..por aquí voy cortando, luego les seguiré narrando como sigue esta historia de la colibrí y «El Taller del Petate» y de la lluvia que se avecina y que llega y no llega y si mañana se podrá limpiar el riachuelo.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ HASTA LA VISTA !!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Desde la espera les mando un mundo de asombro
Espero hayas disfrutado esta historia…!
Si te gustó te agradecería que me lo hicieras saber, que la compartieras con otros .
Conocer tu opinión es algo que me interesa mucho…!
Así mismo te invito a leer los capítulos anteriores en el blog, donde también encontrarás más artículos que te pueden atraer.
Gracias…!!! Saludos!!!


Maravillosa narración, me entré en tu historia.
Mil gracias por visitar mi blog. El tuyo me parece fantástico. Un abrazo 🙂
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Gracias por visitarme, me alegra mucho que te guste mi narración pues es algo que me fascina hacerlo, igual que tomar fotos. Un abrazo, seguimos en contacto
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Son gustos afines como casi todos los de la comunidad de wordpress. Adelante, es muy reconfortante saber que te leen y te admiran. Un abrazo, Adelante! ♥
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Gracias por tu respuesta, te quiero avisar que te nominé para un desafío, el cual ya te envié, me daría mucho gusto que te unieras. Un abrazo
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Themis muchas gracias por tu nominación. En este momento estoy dedicada a otras cosas. Las frases fluyen cuando menos lo esperamos. De todos modos te agradezco que me tengas en cuenta. Un abrazo ♥
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Ni modo así es la vida, será para otra ocasión. Gracias por apoyarme en este mundo bloggero, que tengas un hermoso día.
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Me encanta… La cuajolota buscando SU comodidad abajo del árbol!
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Si, es hermoso ver los comportamientos de los animales, por lo menos a mí me deleitan mucho. Un abrazo grande
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Hermoso relato, hasta el final no sabía de qué animal hablaban. Por lo visto era una pava, en Costa Rica se llaman chompipes y en Brasil perús.
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Así es, Mirian, es una pava, por aquí se le llaman guajolotes. Un abrazo
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