«RAYANDO EL SOL»

LA IDA A TEHUACÁN

O no voy nunca y me amodorro y me cuesta no digo un «goivo», porque no los tengo pero si un ovario el decidir a hacerlo o, venzo esa sensación y me adapto con mucha facilidad y no tengo problemas de salir en cualquier momento, más ahora que me he de ir acostumbrando a la ciudad ya que en cualquier momento he de emprender un viaje a la «Capital del Imperio», la Ciudad de los Palacios, México.

Prefiero hacerlo tempranito en la mañana, cuando aún hace frío, aunque cada día es menos, sobre todo en esta semana, pues no podemos tener esperanza de nada, mejor es recibir lo que llegue como llegue y ser como dicen resiliente a «luki venga».

Pero pase lo que pase, es mejor la mañanita pues eso sí, al mediodía arde Troya cuando el soberano de este mundo, se vuelve despiadado y lanza sus rayos ardientes sobre todo el territorio.

«Rayando el Sol, rayando por ti

Esta pena me duele, me quema, sin tu amor

No me has llamado, estoy desesperado

Son muchas lunas las que te he llorado»

La sonrisa atravesó mi cara, estaba con ese sentir de la ananda esa dicha o alegría, que surge de muy profundo y que se adueña de todo el ser.

Salí al patio y el encuentro que tuve con el pequeño Brincos, aquel gorrioncito que le encantaba cuando era joven dar unos saltos magníficos de ahí su nombre. Aún lo hace.  

Estaba muy metido entre unos pastos que habían crecido en una de las macetas, la que albergaba al jitomate y ya con la seca se tiñeron de color paja, sacando hilitos de ellos que muy tiernamente llevaba en su pico.

-Brincos, ¿estás haciendo tu nido?

Al escuchar mi voz se dio vuelta, estiró su cuello como si oteara el horizonte, me miró por unos segundos y emprendió el vuelo con la tirita ambarina en su pico.

Todo resurgía, no solo fuera sino dentro mío.

Las golondrinas estaban en el cielo dando vueltas, iban y venían muy atareadas, todo había alcanzado un nuevo movimiento, la vida regresaba con gran brío.

Me apronté para no perder el camioncito que me llevaría y salí camino a la carretera, mientras miraba ese alrededor que me envolvía, los pájaros revoloteaban, se perseguían, estaban en la conquista, en el instante de la búsqueda de la pareja. Era una gran fiesta.

«Rayando el Sol, desesperación

Es más fácil llegar al Sol que a tu corazón

Me muero por ti, viviendo sin ti

Y no aguanto, me duele tanto estar así

Rayando el Sol»

Llegué y como está sucediendo con gran frecuencia el transporte no estaba, me senté a esperar que en cualquier momento apareciera y mientras me abstraía mirando lo que tenía frente.

*

*

Casi de inmediato llegó una camioneta muy moderna, de esas que llevan y traen turistas y que se me hizo raro, no la conocía, no tenía ningún letrero de para dónde iba, pregunté al chofer y me dijo que subiera que iba a Tehuacán.

Quería ventanilla así que solo quedaba en ese asiento de atrás donde son cinco los pasajeros que lo ocupan, ni modo, una cosa por «ostra»,  seguía maravillada por la actividad alada que había fuera, nada podía perturbar esa sensación de total serenidad interna y regocijo frente a lo que la vida mandaba.

Y para coronar el momento, apareció la música y se dejó sentir a Maná, no daba crédito que no fueran narcocorridos o reggaetón o alguna por el estilo que sonara, que bueno, de tanto escucharlas ya no me inmuto, pero oírlos a ellos, a otra época, un deleite mayor. La ananda se expandía.

Sonó el claxon, llegaron unos pasajeros corriendo, se llenó. Se puso en marcha, lo extraño fue que no lo hizo para adelante, sino para atrás, enseguida algo dentro mío se preguntó:

-Y….¿ ahora qué pasa?, ¿iremos al revés?- pues es tan normal que en México se conduzca en reversa y tienen una habilidad para hacerlo que ni se la pueden imaginar, sobre todo en las ciudades grandes,  pues con eso que si se le erra a la salida o la entrada la vuelta que hay que dar es… para qué contar, sin lugar a dudas como buen conductor hay que aprender, aunque sea infracción.

Seguíamos para atrás, hasta que al fin surgió el motivo, el chofer había visto que a lo lejos venía una señora con un niño pequeño a paso muy rápido para ver si lo alcanzaba y él muy amable fue en su búsqueda.

Me encantó el gesto, apenas subieron, otro joven que venía sentado le cedió el asiento y él quedó parado y al ser alto y el techo muy bajo, su cuello iba doblado, sin lugar a dudas estas acciones hacen volver a tener fe en el ser humano.

*

*

Otra sintonía llevaba este viaje.

Me acomodé, zarpábamos y ahora para adelante, muy pronto llegó la carretera, iba llenita la camioneta, así que fuimos derechito, sin necesidad de ir subiendo personas.

«A tu casa, yo fui y no te encontré

En el parque, en la plaza, en el cine, yo te busqué

Te tengo atrapada entre mi piel y mi alma

Más, ya no puedo, tanto y quiero estar junto a ti»

Iba flotando en una nube, mis sentidos se recreaban con la música, con la visión mirando a ese mar de cactus coronado por algunos  quiotes que de repente aparecían, mostrando a esa planta que cuando le llega el fin de su trayecto por esta vida, florece por única vez, el agave.

*

*

Al lado mío se había sentado una señora con su hija y desprendía un aroma fuerte a un perfume que quién sabe cuál sería, una mezcla de dulce con un dejo a cítricos, no era empalagoso, como que le daba ese toque exquisito no por ser una fragancia  costosa y exclusiva  sino por lo bien que la llevaba.

«Rayando el Sol, desesperación

Es más fácil llegar al Sol que a tu corazón

Oh, me muero por ti, viviendo sin ti

Y no aguanto, me duele tanto estar así

Rayando el Sol»

De repente mi atención se detiene en los cactus, como si me hubieran llamado, como si un gran acontecimientos sucediera ahí fuera, resulta que descubro que todos…….

«Rayando por ti

Uh, rayando, rayando el Sol

Ay, ay, ay, ay, rayando el Sol

Rayando por ti»

***

Letra de la Canción: «Rayando El Sol», de Maná

Banda de pop latino de origen mexicano fundada en 1986 en Guadalajara, Jalisco.

Después del primer disco el cual no tuvo éxito, un poco derrotados habían casi decidido dejar la música y seguir por otros caminos, sin embargo una noche sin esperarlo pudieron componer esta canción, «Rayando el sol» la que los llevó al estrellato y así marcó un antes y un después.

Es una canción emblemática de la cual uno de ellos dijo:

“Para nosotros es muy importante, y si tuviéramos que definirla en una palabra, esa tendría que ser ‘icónica’. Es la base, el pilar de nuestra historia, la que prácticamente nos sacó del anonimato y del hambre.»

CONTINUARÁ….

MÉXICO

ABRIL 2024

*

https://blogdethemis.blog/tag/tehuacan

***

Te invito a visitar mi página de face

blog de themis

Y TAMBIÉN  EL BLOG

puedes encontrar otras entradas que te interesen.

GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!

COMENTA Y COMPARTE…GRACIAS…!!!

8 comentarios en “«RAYANDO EL SOL»

    1. Maty, Maty, excelente Maná con su canción y ese viaje que rompe la pauta de lo ya conocido y fue como meterse en otra frecuencia, gracias, abrazo grande, solo faltaba ir bebiendo un cafecito para darle el sabor

      Me gusta

  1. Hola Themis, qué ejemplo más bueno dio ese chico que comentas que cedió el asiento, como dices, no se encuentran muchos así.

    Te ha quedado un artículo ideal con la canción de Maná de fondo y cogiendo algunas de sus estrofas, muy bien.

    Y me quedo con ganas de más, sabes hacerlo, para picarnos para la próxima entrada…

    Un abrazo. 🙂

    Le gusta a 1 persona

    1. Si, la verdad que fue un gesto que ya no lo ves muy común el del chofer y el del muchacho, para aplaudirse.
      Es que escribirlo todo sería demasiado largo, mejor dividirlo y crear expectativa, gracias Merche, abrazo

      Me gusta

Gracias por comentar...!!!

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.