El primer charco
El huracán Agatha estuvo dando vueltas, los días se volvieron grises, las nubes amagaban con que iban a descargar su tan codiciado y preciado líquido sobre estas tierras, sin embargo ya se sabía que iba a atravesar el territorio, saldría por el océano espejo del que se había formado y seguiría de largo.
Solo unas gotas cayeron como para que recordáramos como eran.
Sin embargo, a los días, cuando ya nada se esperaba, una noche, la de anoche, siento como que repican en el suelo unos grandes lagrimones, así estuvo toda la obscuridad, el cielo metido en sí mismo, llore y llore, un llanto lánguido y con una música que adormecía.
A la mañana aún seguía. En el centro del patio, asomaban dos charcos.
Todo estaba sombrío, a través de ellos no se veía más que un agujero negro, que parecía muy profundo… hondo… insoldable.
Eso sí, ¡era el primero de la temporada!, el regalo que las alturas dejaban, ya regresaban los tiempos para poder bucear en ese subterráneo mundo que está más allá, dentro del reflejo-espejo.
Las gotas tintineaban en su caída, una detrás de la otra en un ritmo místico que llevaba a la compenetración y con ello a irse metiendo dentro de uno mismo, sin percatarse siquiera que otro territorio se abría.
Después de un rato, comenzó a emerger como salido de esa cueva que lo ocultaba, un amanecer en grises y blancos se fue asomando, lento, armonioso, mostraba que más allá de lo negro, se manifestaba una luz llena de esperanza.
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MÉXICO
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Hola Themis, tus relatos siempre tienen algo de poesía pero éste desborda de ella. Me encantó. Espero que llueva más para que nos regales estos atisbos a esos mundos acuático-poéticos. Saludos.
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Gracias Ana, a veces navega por mis escritos, esos flashes profundos donde la esencia se manifiesta, La lluvia se niega a llegar, solo algunas gotas se presentan, sin embargo no dejan esas pozas que es el deleite del buceo. Más allá no se pierde la esperanza que algún día, así sin esperarlo ahí de nuevo alguna de ellas se encuentre. Un abrazo grande
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¿Cómo estás, Themis? Aquí presente para comentar, más en estos tiempos abstrusos para comprender por mi parte… Corrijo, es un hecho que la pluvia en determinados (o quizás, diversos) lares ha estado siendo exigua y se refleja en los cultivos, las presas…
Sea como fuere, ¿no hay que perder la esperanza? Algo así me remembraría a la película ‘Dreams’ (1990) dirigida por el cineasta nipón el Sr. Kurosawa Akira, donde en el último cortometraje hace mención a la regeneración del ser humano, la vida misma, no depender tanto de la tecnología…
Sea como fuere, me encantó tu artículo y sobre todo, tus imágenes; cierto es, nunca olvidad el texto que es donde la sustancia está más que presente. Un amplexo, éxito y hasta pronto.
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Hola Daniel, Kurosawa un gran maestro japonés del cine y que le apuesta a la esperanza de regresar a la vida más que al estar tan esperanzados en la tecnología….
Gracias, te mando un abrazo grande
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El agua ya es un bien de lujo.
Disfruta de la lluvia y de sus preciosos charcos.
Abrazo, Themis
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De acuerdo Eva, ya no ha regresado, la seguimos esperando pues es imperioso que lo haga, claro de una forma prudente, pues últimamente maneja los extremos, creo que somos en gran medida causante de ello. Abrazo para tí también y gracias
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