Era de noche,
estaba preparando la cena cuando de repente algo brincó frente a mí de una manera que llamó a mi atención.
Dio un salto quien sabe de dónde que por un instante se detuvo en mi tabla de picado, para tomar energía y volver a desplegarse en el aire y fue cayendo frente a mis ojos atónitos de lo que veían pues era un ser que tenía el arte de impulsarse, elevarse muy arriba en el vacío y caer como si fuera en cámara lenta.
Mi boca estaba abierta frente a lo que había visto, había llegado al suelo y ahí me agaché a mirarlo más de cerca, era un grillo, de los que abundan por todas partes en el patio de la casa, sin embargo hacía tiempo que no andaban dando vuelta cercanos a donde yo estaba.
-Vaya brinco que diste- le dije- mientras que él estaba parado mirándome, moviendo sus antenas, orgulloso parecía del reconocimiento, sin lugar a dudas era un experto y lo sabía, se había entrenado para ello y lo más seguro que lo traía en sus genes, como aquel otro, tal vez su tatarabuelo que también me visitaba en la tabla, que hacía alarde de su forma, más allá que éste sin lugar a dudas, lo había superado.
Pasaron los días y se aparecía, se detenía en la tabla y de nuevo mostraba su despliegue.
La verdad que me encantaba verlo, lo esperaba.
Hasta que el otro día llegó y se quedó ahí nomás como si nada, parado en una esquinita de la tabla, mientras cortaba unas verduras como esperando algo, le separé un pedacito, por si fuera eso lo que quería y con mucha tranquilidad comenzó a comerlo.
Me sorprendió el hecho pues unos días antes había preguntado qué era lo que ellos comían, él me lo estaba respondiendo.
Seguí en lo que estaba y él ahí sin inmutarse me acompañaba.
Lo que era más sentía que me observaba, que nos estábamos reconociendo y para nada le asustó la cámara cuando la puse bien cerca.
Claro que le pedí permiso y le avisé lo que iba a suceder no fuera a ser que se espantara, sin embargo creo que le gustó posar, pues no se vio tan mal a pesar de ser de noche, no haber buena luz y la cámara ser muy sencilla sin muchas posibilidades de ajuste y ya haber dado de sí la pobrecita.
Me maravillan estos acercamientos, que me hacen cada día darme cuenta que todos somos uno en este gran infinito y que hay formas que parecen misteriosas de relación que pueden pasar a ser lo cotidiano si somos capaces de dejar la pose de superiores en esta existencia y volvernos más humildes frente a la Creación.
MÉXICO
HISTORIA DE ANIMALITOS: LOS CRI-CRÍ
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GRACIAS A TODOS!!!! SALUDOS!!!!


¡Qué bonito! Es verdad! HUMILDES ANTE LA CREACIÓN!
Muchas gracias por haberme enviado el enlace Themis, un abrazo 😊
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Gracias a tí por leerlo Maty, a ese mismo grillo que vino durante un muy buen tiempo lo filmé comiendo pues cuando me ponía a cocinar el se aparecía a que le diera algo, también había otro que le faltaba una patita y se las ingeniaba hasta para que le pusiera agua.
Uno hace una relación muy especial con los habitantes de la Vida. Un abrazo grande
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Me gusta tu relato. Creo que en otra ocasión lo comenté a mi padre le encantaban los grillos y en el balcón siempre teníamos grillos. El les ponía tomate y hojas de lechuga. Un abrazo
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Comen cualquier cosa, lo que sea, dentro de esos alimentos que le ponía tu padre tenían también el agua, un dos en uno. Lo voy a probar, un abrazo grande
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Con esa merienda que le preparas no es de extrañar que te visite.
Me gusta la relación tan cercana y tierna que tienes con todo lo viviente.
Abrazo, Themis.
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Gracias Eva, viene desde muy pequeña, desde que muchos animalitos eran mis amigos de juego, ahora de grande en este confinamiento se han vuelto cada día más presentes y pasamos lindos momentos, son parte de la vida, somos compañeros de viaje. Un abrazo grande y feliz fin de semana
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Gracias Themis, haces que este confinamiento se extienda a otros seres cuya existencia llega a lo largo de un piélago de vivencias. Un abrazo.
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Gracias Carlos, ahí andan en la vuelta y son bienvenidos para pasar un rato sin correr riesgos, un abrazo
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Me encantó la foto del grillito, y tan fotogénico él.
Yo no soy muy afín a los bichitos, pero me encanta leer tus textos y ver lo desenvuelta que sos con ellos.
Lo he intentado con abejas, pero con grillos nunca.
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Quién sabe que es lo que sucede, pues se me están acercando, tampoco sabía mucho de grillos hasta ahora que estoy aprendiendo, hay uno que le falta una patita, viene por su comida y su agua, lo que me encanta es la forma en que se acercan y se quedan quietecitos como mirándome para que reaccione.
Mas alla me gusta relacionarme con este tipo de personajes con los cuales descubro día a día que nos podemos comunicar y entablar una relación. Un abrazo Ruth
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