Un perro callejero

 

Me han preguntado si el perro que sale en «Por los caminos de la sombra«, es mío, no, no lo es. En realidad no es de nadie o también se podría decir que es de todos aquellos que lo quieran cuidar y darle afecto.

Las Toscas, es un balneario de la Costa de Oro como se llama a la franja costera del departamento de Canelones en Uruguay, durante el verano es un lugar turístico donde llegan muchos visitantes del país, así como de la región y de otras partes del mundo.

Las casas se alquilan muchas veces por temporada lo que hace que los viajeros se queden por un largo tiempo. Eso lleva a que muchos de ellos adopten animales durante su estancia, para luego al retornar a sus lugares de origen, desentenderse.

Este es el caso de «Bicho», como yo le llamo a este animalito de la Vida, pues realmente no sé si tiene nombre.

 

 

A Bicho lo conocí un día que caminaba por la playa y se me acercó siguiendo mis pasos, así dimos un buen paseo juntos, para luego desaparecerse.

Otra vuelta lo vi pasar corriendo con otros dos perros que son parte de sus amigos.

 

 

 

Me deleité viéndolos jugar juntos, compartir el momento, iban y venían, se perseguían,

 

 

se metían al mar, para luego con el cansancio echarse un rato en la arena a descansar.

 

 

Otras veces andaba solo o se volvía el perro de compañía de algún caminante solitario,  eso sí siempre que nos cruzábamos,  él se acercaba a saludar, moviendo su cola.

Se quedaba a una distancia prudencial, esperando de uno la aceptación para aproximarse, como  muestra  el video que se queda parado esperando la señal, para venir corriendo al encuentro.

A Bicho se le ve un perro fuerte, feliz, lo que sucede  es que  al terminar la época veraniega estos animalitos abandonados son adoptados por  vecinos locales que al verlos desamparados, les dan de comer, los bañan, los castran y cuando el frío estalla le dan un espacio donde guarecerse en las noches heladas.

Hay muchos casos de estos, luego les contaré otras historias de estos animales atendidos por parte de la comunidad.

Frente a las «almas desnaturalizadas» que son fruto de esta sociedad de consumo en donde: «utiliza y deshecha», es el lema,  capaces de acoger seres para luego despreocuparse de ellos, aparecen los «ángeles» para cuidarlos.

Gracias a todos ellos por su labor y hacer de este mundo un lugar menos cruel.

 

Las Toscas, Uruguay

 

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